– ¿Qué le parece, compadre Ulbio? Estamos primeros mundialmente en halterofilia.
– ¡Ele, chuta! ¡Qué barbaridad, compadre Indiscreto! ¡Otra enfermedad! Primero el coronavirus ese y ahora esa haltera… ¿Cómo dijo?
– Halterofilia, compadre…
– ¡¿Y ahura?! ¡Cuándo encontrarán vacuna para eso?!
– No sea bruto. Compadre Ulbio; halterofilia no es una enfermedad, es un deporte…
– ¿Un deporte? Yo nunca he escuchado de ese deporte. ¿Y cómo se juega eso?
– ¡Pero, qué falta de agricultura, compadre! Se le llama “halterofilia” al levantamiento de pesas.
– ¿Pero en qué idioma?
– No me mate de las iras, compadre; en español pues. Lo que pasa es que su léxico es demasiado pobre.
– Ya sé que México es un país pobre. ¡¿Pero eso qué tiene que ver?!
– ¡Dije “léxico”!… No “México”. Mire compadre, le voy a hablar etimológicamente…
– ¡Chuta! Eso quiere decir que me va a hablar en difícil… ¡Peor así! ¡Qué le voy a entender!
– No, compadrito; mire, es muy fácil: Halterofilia proviene de las palabras griegas “haltera” que significa “pesa” y “filia” que significa “amor” o “afición”. Es decir: Afición a las pesas.
– Uuuh… Eso yo practico desde hace mucho tiempo.
– Las únicas pesas que usted levanta son las copas de trago, compadre. Eso no es halterofilia.
– Pero, si yo aquí en mi taller tengo que levantar todo tipo de pesos…
– Pero… ¿Le gusta eso?
– No, pero…
– Entonces no es halterofilia; porque usted no siente amor o afición a levantar cosas pesadas. Otra cosa es que tenga que hacerlo por obligación.
– ¡¿Y a quién le puede gustar andar levantando cosas pesadas, pues?!
– A las y los deportistas que practican ese tan esforzado deporte, pues. Deportistas que neisesitan nuestro apoyo.
– Ya, ya. Mire usted que es taaan bien hablado ahora me sale con eso. ¿Por qué dice “neisesitan” si se dice “necesitan”?
– Yo hablo como neisesito; porque estoy adaptando mi lenguaje en homenaje a nuestra querida Neisi.
– Ah, sí; nuestra campeona Neisi Dajomes, orgullo de Pastaza, ejemplo para los jóvenes. ¡Claro pues, compadre! Si yo también estaré en los festejos.
– ¡Ah, cómo no! Si a usted le encanta andar de metiche en todo; igualito a esas autoridades que ahora sí se suben a la camioneta de Neisi, pero cuando neisesitaba apoyo uuuh, solo decían “nuhay”.
– Pero… ¿Tendrá camioneta la Neisi? Yo creí que solo le iban a regalar un auto y no una camioneta.
– No compadre; Neisi no tiene camioneta.
– Entonces… ¿Por qué dice que se han subido a la camioneta de Neisi?
– Estoy hablando en sentido figurado, compadre. Me refiero a los políticos oportunistas que solo asoman de figuretis cuando alguien está en la gloria, para que la gente piense que ellos siempre han estado a su lado; pero cuando ese alguien neisesitaba de su apoyo no le paraban ni balón.
– Bueno, así mismo es, compadre. Los únicos que creyeron en ella y le apoyaron fueron la empresa privada como la CACPE Pastaza. ¿Verdad?
– Claro, si hasta le dierno una beca por más de siete años para que siga tras su sueño que ahora se hizo realidad.
– Y ahora hasta una casa dizque le van a dar, así lo anunció el doctor Acuña.
– Así lo merece nuestra campeona, compadre. Todo su esfuerzo, nadando contra corriente…
– ¡Ele! ¡¿También le hará a la natación?! No dijo que era hemofilia.
– ¡Halterofilia, compadre! Y cuando digo que ha tenido que nadar contra corriente lo digo en sentido figurado. Quiero decir que ha tenido que enfrentar grandes adversidades sin rendirse.
– Ah, bueno. Como usted siempre me anda hablando en sentido figurado yo a veces me figuro que es cierto.
– Lo que pasa es que usted es un inculto, compadre. Si se habla con metáforas y comparaciones es para que la conversación sea más bonita y no resulte aburrida.
– Buen, compadre, ahora si le entiendo. Hable nomás en sentido figurado.
– Lo único que no figurado y que es completamente cierto, es que las mujeres más berracas están en Pastaza.