Por: Edwin Mosquera G.
El origen de la identidad personal de un sujeto, se ha convertido en un pseudo derecho que se ha venido prostituyendo con banderas de diferentes colores, es más que a medida de protestas e inclusiones absurdas se ha pretendido cambiar y modificar el idioma creando un conjunto de formas de expresión, escritas u orales, que presuntamente combate la discriminación y promueve la igualdad en las relaciones humanas.
La normativa de convivencia social, no puede permitir que un grupo minoritario auto identificado contra natura pretenda que toda una sociedad cambie un mecanismo fundamental como es el lenguaje, por un mero capricho de presuntamente es un derecho que les asiste, pero hablemos de las limitaciones que tienen los derechos, si bien es cierto el sujeto per se está investido de un sinnúmero de derechos, pero estos no pueden estar supeditados a un deseo o interés de auto identificación, en pocas palabras si tú te crees un gato, tú te puedes sentir como un gato, y pretender ser un gato, pero no puedes pretender que la sociedad te trate como un gato, porque simplemente no lo eres, es perspectiva básica.
Ahora bien, el lenguaje inclusive no implica solo a la identidad sexual, sino a toda identidad objetal que se ve reflejada en estos tiempos, hay algunos que no solo encajan en el LGBTI si no han aumentando una más + que indica varios puntos suspensivos.
El Concepto de identificación en la obra de Sigmund Freud, define La identificación, como un proceso de cambio que ocurre en el aparato psíquico. Así, la identificación es considerada como un proceso determinado del dominio del inconsciente, no es una simple imitación sino una apropiación, y qué pasa cuando la identificación es indeterminada u objetal, acaso se deberá entonces excogitar términos acordes a lo que se crean, un gato, un carro, un café, en fin.
La ONU, ya se ha pronunciado acerca de la utilización del famoso lenguaje inclusivo en donde que se ha indicado, que se debería utilizar conforme al género, es decir dos; masculino y femenino, y que de ser el caso las minorías deberían acoplarse a los términos consagrados en cada lengua o al género neutro en donde que se identifican unas pocas palabras, como aquello, eso, esto, ello, alguien, algo y lo, es decir no debería existir la terminación de palabras con la vocal «e», o los símbolos «x» y «@», para expresar indeterminación genérica.
Lamentablemente la sobre protección de los derechos a degenerado en que ahora cualquier sujeto se auto identifique como le dé la gana y pretenda que se le acepte o peor aún que se acople a su posicionamiento social, cuando lo que se está olvidando es que la inclusión en casos patéticos está deformando al núcleo de la sociedad, ósea si no me creo humano entonces qué carajo reclamo los derechos humanos que me asiste, acaso es una autoidentificación por conveniencia, en donde que no tenga obligaciones más solo derechos, estamos cagados con estas criaturas auto descriptas incapaces de ser un ente útil.