Una fuerte tormenta que inicio la noche del último domingo y se extendió hasta el lunes pasado el mediodía, hizo que crecieran los afluentes del rio Napo y de forma sorpresiva incremente el caudal, afectando una vivienda y varios sembríos.
La madrugada del domingo Otto Goyes dormía plácidamente en una vivienda que estaba ubicada a la orilla del rio Napo en el sector denominado “Puerto de la Comuna los Ríos” cuando de pronto su tranquilidad se vio interrumpida, “fue algo inoportuno, como a las cuatro de la mañana comenzó a derrumbarse mi vivienda, inmediatamente salí de mi casa y me puse a buen recaudo y observe como cayó sobre el rio, luego un árbol que estaba cerca también colapso, no dio chance a sacar nada solo quede con la ropa que estaba puesta” indicó el afectado.
“mi hijo me grita papá, papá, la casa se está cayendo, se la lleva el rio, nos levantamos y estaba a la mitad de la casa el agua” relató Genaro Goyes propietario del inmueble, quien junto algunos familiares y amigos luego del desastre inicio a recoger alguna madera que quedo del inmueble.
Pero no fue solo la casa que dejo a la intemperie a una familia numerosa, este evento natural que ya es común en esta zona rivereña también quedaron afectaciones en algunas extensiones de cultivos y chacras que eran sustento familiar de algunos lugareños que viven de la agricultura, “cuando sucede estas eventualidades el agua se lleva todo, los productos que se cultiva en la zona como: yuca, verde, maíz entre otros, nosotros perdemos pero la zona donde trabajamos la tierra son productivas y a pesar del peligro nosotros seguiremos sembrando” mencionó Carlos Grefa agricultor afectado.
Los canoeros que ofrecen transporte fluvial paralizaron sus actividades por varias horas, aunque alguno desafío la naturaleza y surco el rio Napo que al menos en ese sitio según los comuneros el afluente creció cerca de cuatro metros, niños, jóvenes y adultos contemplaban lo que el rio llevaba a su paso, arboles gigantes y palizada que según los lugareños era normal, el jefe político Wilmer Vargas alertaba a quienes viven en las riberas del caudaloso afluente que salgan de sus viviendas a las partes altas para que se protejan, “en las partes bajas de las islas ya manifesté por un grupo de chat comunitario que tengan precaución y la mayoría están saliendo a las partes altas salvaguardando su integridad” indicó.
A pesar de ser una zona altamente peligrosa por ser de riesgo, sus pobladores dicen que continuaran viviendo en el sitio, seguirán trabajando la tierra así sucedan estas eventualidades, piden a los organismos de ayuda el apoyo para volver a iniciar de nuevo.