Un promedio de 80 productores acuden los sábados y domingos, los miércoles su número es menor, para vender sus productos propios de la zona en el espacio cubierto del barrio Mariscal. Este lugar se abre a las 6 horas y permanece así hasta las 14 o 15 horas, tiempo en el que los campesinos venden lo que sacan de sus propiedades y con el dinero que obtienen, compran lo necesario para sus hogares. El movimiento es intenso, productores y compradores mantienen una dinámica incesante durante las 8:00 a 19:00 horas que dura la feria.
Allí se venden plátano, yuca, papa china, naranjilla, jamaica, limones, papayas y todo cuanto produce la tierra en esta provincia. El catastro que se tiene es de 340 productores y la frecuencia con la que salen a vender depende de su nivel de producción. Unos lo hacen una vez a la semana, otros cada dos semanas y otros cada tres. El lugar está cerrado para que intermediarios o comerciantes lo utilicen para sus ventas, máximo llegan a comprar y deben hacerlo en el interior, no en su exterior cuando llegan los productores, como era antes. El control está a cargo de los agentes de Control Municipal y de Seguridad Ciudadana. También participan como veedores de este proceso los directivos del barrio Mariscal y de los mismos productores. Otro tema que se vigila se aplique de manera irrestricta es el de los protocolos de bioseguridad, como el uso de mascarilla, toma de la temperatura y uso de alcohol antiséptico. También, el mantener el distanciamiento entre cada punto de venta.
El Concejal Patricio Sarmiento como coordinador de la feria, señala que se ha hecho el cerramiento del recinto para poder tomar todas las precauciones y poder aperturar como un apoyo a los productores en esta crisis sanitaria. De allí poco a poco se ha ido mejorando, ahora se cuenta con coches para el traslado de los productos del vehículo hasta el interior del mercado.
Los productores agradecen al alcalde Oswaldo Zúñiga y al concejal Patricio Sarmiento por la organización que reina en el espacio, así como por la oportunidad que tienen para vender directamente sus productos, sin ser explotados por los intermediarios. Los compradores destacan, por su parte, que ya no son presa de los comerciantes y ahora consiguen los productos a precios más bajos y acorde a su economía, más aún en una época de crisis.
Se ha coordinando también con los moradores del barrio para su uso nocturno en actividades deportivas, sobre todo de los jóvenes con la debida seguridad.