Por: Edwin Mosquera G.
Que pasó en realidad con los once militares, que su muerte causó conmoción nacional, según el reporte Los uniformados fueron desplegados, el viernes 9 de mayo del 2025, a la zona de Alto Punino. El objetivo era ejecutar operaciones contra la minería ilegal y otros delitos en cuatro puntos identificados previamente por inteligencia militar, un grupo de militares desembarcó del helicóptero y logró localizar maquinaria pesada, usada presuntamente para la minería ilegal. Cuando iban a destruirla, aparecieron hombres armados y comenzaron a atacar a los militares en la zona conocida como Sardinas, personal del Ejército ecuatoriano fue emboscado con explosivos, granadas y fusiles, lo que dejó 11 militares muertos y uno herido. De manera preliminar se conoce que 35 personas participaron en el ataque, el enfrentamiento se registró en el sector llamado Alto Punino, situado en la cuenca alta del río del mismo nombre. Según investigaciones militares, allí han proliferado en los últimos años los campamentos de mineros ilegales de oro.
Si no es a diario, ocurren pérdidas humanas por parte de las fuerzas públicas y armadas del Ecuador, que sin duda alguna son lamentables y dolorosas para sus familiares y la sociedad, pero específicamente qué pasó con estas 11 víctimas que las hicieron famosas, pues dentro de las declaraciones de los mismos oficiales se habla de una fuga de información por parte de los funcionarios de Arcom, que alertaron a quienes emboscaron a los uniformados para su posterior baja.
Si la memoria no me es ingrata el 27 de febrero del año en curso se realizó la entrega de equipamiento de seguridad, entre cascos, chalecos y demás los cuales a decir de los especialistas obviamente fueron probadas con armas de bajo calibre 9mm, cuando Es de conocimiento público que la delincuencia está inclusive mejor armada que la misma fuerza pública, esto es ametralladoras M60, rifle barrett M82 y fusiles ar15, prácticamente estos juguetitos no solo perforan los chalecos de seguridad de los uniformados generando hemorragias internas, fracturas óseas, daños a los órganos internos, y déficits neurológicos, la velocidad y energía de la bala pueden generar un efecto de cavitación, creando un «hueco» en los tejidos que se extiende más allá del camino directo de la bala, lo que puede causar un daño más amplio, y se pretenden proteger a los soldados con unas telas coloridas y una bacinilla del mismo color.
Pues bien, hasta ahora la hipótesis de la investigación es que la información se filtró desde la entidad de control o como dice un medio de comunicación, se compró información a los mismos militares, aparte de la falta de equipamiento para repeler el ataque hicieron que prácticamente estos guerreros fueran a inmolarse, desconociendo que les pudiere pasar, lo bueno es que ya después de la misa campal, los honores póstumos y la entrega de la bandera a los familiares por haber cumplido la misión, esto sigue y nada cambiará el show debe continuar, y las minas ilegales mientras tengan el auspicio de un GDO o de algún auto denominado patriarca indígena emplumado, seguirá siendo la fuente económica de libre albedrío de la Pachamama a conveniencia.