No hace mucho tiempo que el Municipio de Pastaza, hizo un esfuerzo en mejorar las condiciones del tradicional paseo turístico del río Puyo, emblema de nuestra ciudad y uno de los atractivos más visitados por los turistas. Uno de estos esfuerzos fue precisamente, la colocación de luminarias para facilitar el paso de los visitantes al caer la tarde y sobre todo por el tema de la seguridad.
Sin embargo, al poco tiempo se ha reportado la sustracción de una de las lámparas, de manera completa dejando apenas los cables en el poste como señal que allí había una luminaria.
Pero no solo las lámparas, también se ha reportado la sustracción de las plantas ornamentales que también fueron colocadas con la finalidad de mejorar el atractivo y dar una mejor presentación a los turistas.
La concejal Mónica Meza, que es la que denuncia estas anti conductas, señala que se trata de malos ciudadanos que está visto que no quieren a su ciudad, porque al ser un bien público es un bien de todos y el daño se lo hace a toda la ciudad.
El Municipio de Pastaza, ha entrado en una fase de repotenciación de todos los senderos y atractivos de la ciudad, gracias al apoyo de organizaciones internacionales, que están invirtiendo y contribuyendo por dejar algo bonito para esta ciudad que por la naturaleza para ellos es algo único que en otras partes no lo tienen.
Con apoyo de la ONG se han iluminado también las escaleras del barrio El Cisne, también el espacio de la Galo Plaza y las escaleras del barrio Central de acceso a la calle 4 de Enero que también han quedado muy bonitas y vistosas.
No es la primera vez que se reporta este tipo de daños al espacio público, ya se lo ha visto en otros sectores, por lo cual, hace un llamado al respeto a tener un poco más de empatía y cultura ciudadana; lamentablemente se trata de malos ciudadanos que solo quieren hacer daño.
El llamado también a los ciudadanos a denunciar en el caso de mirar estas malas acciones y a no comprar este tipo de objetos que no se conozca la procedencia, ya que pueden sustraerse también con la finalidad de comercializarlas.
Concluye señalando que si los extranjeros invierten y ayudan para que esta ciudad se vea más bonita, que nos cuesta a nosotros cuidarla que es lo mínimo que podemos hacer.