– Oiga, compadre Indiscreto… ¿Qué escándalo dizque ha habido en Mera?
– Bueno, compadrito Ulbio; mire, los escándalos generalmente se dan cuando ha pasado algo; pero en Mera en cambio dizque no pasa nada…
– Y si no pasa nada… ¡¿Por qué se alborota la gente, pues?!
– Por eso mismo compadre, porque ya van nueve meses y no pasa nada, y en nueve meses ya debería haber nacido la guagua…
– ¡¿Cuál guagua pues?!… Usted de entrada ya me está confundiendo, compadre…
– No me eche a mí la culpa, que usted siempre anda confundido; lo que yo digo es una metáfora…
– Jajajaja… Oiga, que chistoso el nombre de esa guagua… ¿Cómo dijo?… ¿Semáfora?
– Vaya, vaya, compadre… ¡Usted no es más bruto porque no es alcalde!… “Metáfora” es una comparación, me refiero a que han pasado nueve meses y según los habitantes de Mera y de Shell no se ve ninguna obra por parte de la administración municipal.
– Ah ya; entonces, si es así, razón tienen los mereños de andar enojados.
– Así es, compadre; dicen que cuando estuvo de campaña les ofreció el oro y el moro, y ahura que ya llegó… ¡Nanay!
– O sea, como el galante conquistador, que cuando ya logra conquistar a su chica… nada de nada, ni siquiera guagua… Pero, compadre… ¿En serio no se ha hecho nada de nada?
– Al menos esa es la voz del pueblo: Los moradores de Brisas del Pastaza dicen que no les llega ni la brisa, puro agua con lodo nomás dizque les llega…
– ¡Qué barbaridad!
– Dicen que la pobre Florida se encuentra desflorida, que en El Porvenir no hay porvenir; que no les quieren legalizar los terrenos a pesar de haber cumplido con todos los trámites; que la Registradora solo les dice: “¡Nuhay como registrar! ¡Nuhay como, nuhay como!” y frío el pollo.
– Eso sí que es feo, compadre, que le manden regresando con sus trámites con una negativa tajante… ¿Y de qué más se quejan los mereños?
– Entre otras cosas, que las calles están sin mantenimiento; que solo porque se ha enterado que va a haber protestas ahí si ha mandado a la maquinaria a arreglar medio medio…
– Como quien dice: raspado de gallina nomás.
– Así es compadre, también dicen que hay más dificultades para pagar las patentes y encima de eso que se pretende derogar el impedimento a crear nuevas cooperativas de taxis, poniendo en riesgo el mercado laboral en este sector… En otras palabras, que el señor alcalde ha sido puro alcanfor, nomás…
– ¡¿Alcanfor?!… ¿Ele y ahura?… ¿Que tiene que ver el alcanfor con todo esto?
– No sea menso, compadre; estoy haciendo otra metáfora. Así dicen los quiteños cuando algo es falso, porque comparan el buen puro con el puro malo que contiene puro alcanfor.
– Ah ya… disculpe compadre, yo no entiendo mucho eso de las semáforas, pero sí se cuando el trago es puro alcanfor.
– Bueno, compadre; así que en este San Valentín no será puro alcanfor y darale un buen regalo a mi comadre.
– Eso delo por hecho, compadre… ¿Y usted? ¿Qué va a hacer en San Valentín?
– Pues y voy a preparar comida para dos…
– Ah… ¿Para comer con su novia?
– No, compadre, comida para dos días, digo… ¿Qué no ve que ando solo, triste y abandonado?
– Oiga, compadre… ¿Y por qué no se olvida de esa ingrata y se consigue otra?
– En esas ando, compadre; lo que pasa es que con esta crisis en la que estamos, creo que hasta cupido anda escaso de flechas y no me ha flechado ninguna.
– Bueno, si no tiene flechas aunque sea que le lance alguna otra cosa…
– ¡¿Quéee?!… Como a usted le lanzan los platos a diario quiere que a mi también me lancen cualquier cosa? No mi compadre, esta vez tengo que escoger bien para no tropezar con la misma piedra.
– ¡Flechas! ¡Piedras!… ¡Más parece que estamos en guerra!
– El amor es como la guerra, compadre; así que mejor ya irá comprándose su casco de soldadito para cuando su mujer le lance los platos a la cabeza… Pero por lo pronto, y por celebrar nuestro día como amazónicos, no seamos puro alcanfor y… ¡Vamos a un buen volquetero!
– ¡Pues vamos compadre!… ¡Y qué viva la Amazonía, carajo!