– ¡Hooola, compadre Indiscreto! Venga, pase, bienvenido; esta es su casa…
– ¡¿Mi casa?! Entonces lárguese inmediatamente de aquí, compadre Ulbio, que no me gusta tener visitas en mi casa.
– ¡Ele! ¡Que’s pues! ¡¿Ya me manda sacando de mi propia casa?!!!
– ¡¿Su casa?! Pero, ¿no me está diciendo, usted mismo, que ésta es mi casa?
– Pero ese es solo un decir, que se dice por cordialidad cuando alguien le visita a uno…
– Jejeje… No se preocupe compadre, era solo una pequeña bromita. No se enoje.
– Si no me enojo, compadre Indiscreto, aquí el único enojado debe ser el presidente Lasso.
– Bueno, en eso sí tiene toda la razón, compadre. ¡Cómo no estará de enojado el presidente Lasso! Con tremendo espaldarazo que le dio el pueblo en el último referéndum.
– Sí pues, cualquiera estaría enojado después de tremendo revés.
– Al punto, que en la última reunión de gabinete les ha halado las orejas a todos los gobernadores, exigiendo que ya no quiere funcionarios de escritorio sino que salgan a territorio a promocionar las bondades del gobierno y las pocas o nulas obras que ha logrado hacer en estos últimos años.
– Sí, porque no se han visto obras por parte de este gobierno.
– Así es, compadre. Visto está que en la retina del ciudadano ha quedado bien arraigada la imagen que este presidente no camina, y no es por culpa de su peroné roto, sino por todos los funcionarios rotos que él mismo ha nombrado.
– Y por ello mismo el resultado adverso en las elecciones.
– Peronoés por el peroné. Bueno, dicho esto; nuestro gobernador, Rodrigo Mena, aún con el dolor en la oreja, convocó a un gabinete provincial a todos los directores de las diferentes carteras de estado para desquitarse con ellos y también halarles las orejotas.
– Jejeje… Igualito como a él le ha de haber hecho el presidente.
– Claro. Así mismo les ha dispuesto que a partir de la fecha, no los quiere ver en sus escritorios, sino que se muevan por territorio promocionando sus servicios y con ello al “gobierno del encuentro”. Es decir, que lo que no hicieron campaña a favor del “Sí”, ahora Sí tienen que hacer campaña de verdad a favor del gobierno.
– Así que el Gober les dio una patada en donde sabemos y les dijo a moverse muchachos, jejeje.
– Por otro lado, les dejó en claro, que no deben evadir a los medios de comunicación con la tonta respuesta de siempre: «Es que no estoy autorizado». Ahora, entonces a quitarse el bozal que se han puesto, cual, si fuera mascarilla y hablar duro, duro, sin miedo, de todo lo que este gobierno hace.
– Claro pues, sino solo como mudos sin querer dar información. ¡Así peor! ¡Qué se va a enterar la gente! Si es que algo mismo está haciendo el gobierno por Pastaza.
– Así que los pobres están hechos sánduche, sin saber a qué orden acatar. Si, por un lado, el Gober les dispone a dar declaraciones, de parte de la zonal en cambio les dicen que no den entrevistas. Así que, para no quedar mal con ninguno de los dos lados, cuando un periodista les ponga el micrófono, ellos van a abrir la boca para decir: «lo único que quiero informar, es que no estoy autorizado para hablar».
– Jajaja. El único que sí ha de querer hablar, es el nuevo director distrital de Educación, el Rómulo Jurado; aquel que ya se ha paseado por todo lado, como pelota de ping-pong, de institución en institución.
– Así es. ¡En dónde nomás no habrá trabajado! Municipios, prefecturas, en las instituciones más duras, ya solo le falta salir de reina de belleza.
– Y es que qué belleza, que suerte que tienen algunos que sin ser para nada de Creo, asoman nomás con cargos puestos por los políticos de turno.
– Y si no me huele tan mal, en mayo ya lo veremos en algún gobierno provincial, jejeje.
– Tiene toda la boca llena de razón, compadre.
– Bueno, compadrito Ulbio; cierto, ¿y qué es de su señora? Que no la veo por aquí.
– No lo sé. Esta mañana me ha dejado una nota en la nevera que dice: “Esto no funciona”. No estoy seguro de a qué se refiere, porque ya reviso toda la nevera por dentro y por fuera, y funciona muy bien.
– ¡Ah, mi compadre! Lo que no funciona bien es su cerebro. A lo que su mujer se refiere es a la relación. Así que debe estar enojada y debe haberse ido a la casa de su madre.
– ¡¿De mi madre?!
– De la suya o de la de ella, eso no importa. Lo que importa es que usted debe buscar la manera de halagarle a su señora y reconocer sus errores. Así que, aliste las guitarras porque esta noche le llevamos serenatas, sin ningún pretexto… ¡Así se nos rompa el peroné!