– ¡Compadre Indiscreto! ¡Bien que lo veo! Quiero darle un abrazo en este su día.
– ¿Cuál día pues, compadre Ulbio? Yo no sé ni que fecha es hoy
– El día de su santo, pues compadre, no se haga.
– ¡¿Santo?! ¡¿Cuál santo?! Que yo sepa, hoy no es mi día de santo
– San Juan, pues compadre. Cada 24 de junio son las fiestas de los juanes. que son bien sonadas a nivel nacional, por San Juan Bautista.
– ¡Ele! ¡¿A caso yo me llamo Juan?! No soy ni Juan ni tampoco Bautista, así que no me falte al respeto compadre, por favor.
– Pero… compadre, como todo mundo dice que usted es un “don Juan”, entonces yo pensé…
– ¡Usted no piense nada, compadre! Porque cuando piensa solo la embarra, y eso de don Juan es pura calumnia contra mi humilde persona, compadre, yo que no rompo ni un huevo.
– Como así lo llaman yo pensé que su otro nombre era Juanito…
– Ya le dije que eso es pura calumnia, una herejía, y usted es un hereje por burlarse de mí y del pobre San Juan el Bautista, ojalá lo castigue.
– ¡No diga eso compadre! ¡Dios me libre! En ese caso, aclarado el asunto, le retiro mi abrazo y no ha pasado es nada.
– Lo que pasa es que usted es un hereje, igualito a la concejal Pérez, igualito, jeje.
– ¡¿Y ahora?! ¡¿Qué pasa con la concejal Pérez?! Tan bonita que es la guagua. ¿Por qué la llama hereje?
– ¿No ve que sale a oponerse a que se construya el mega monumento al Cristo Redentor en el gran parque de la familia en Puyo?
– ¡¿Ah sí?! No me diga, compadre. ¿Y diciendo qué se opone la concejal a la imagen de Cristo Redentor? Eso sí que es una herejía.
– Diciendo que, con los cinco millones que costará la obra, se podría hacer muchas más obras que las comunidades necesitan; obras básicas, prioritarias, elementales como proyectos de agua, alcantarillado y mucho más. Y por eso se ha mandado hacer camisetas con el eslogan “Más servicios, menos estatuas” que las está promocionando.
– Pero… visto de ese modo, me parece bien lo que dice la hereje, digo, la señorita concejal. Razonable parece. ¿Usted que dice? Ya que es más leído.
– No se dice “leído”, se dice “letrado”, compadre.
– Bueno, eso también, letrinas hace mucha fala en el campo, ya que no tienen sistemas de alcantarillado, en eso se podría invertir, obras sanitarias.
– “Letrado” dije, no “letrina”. No confunda, no me haga quedar mal. Y si hablamos de obras, eso sí es verdad tanta obra que se necesita, aún tenemos barrios que carecen de agua, barrios que no tienen vías asfaltadas y así sucesivamente.
– ¿No será que la concejal no es católica, es atea, anti religiosa y anti todo?
– Bueno, ella dice que no es por cuestión de fe o porque no es cristiana, ella ha dicho que es muy creyente y muy religiosa, pero si cree que los recursos deben ser mejor invertidos y sobre todo en obras que la gente necesita.
– Un plantón también hicieron un grupo de ciudadanos bajo el mismo pretexto, de que se oponen a la construcción de un monumento a Cristo Redentor.
– Bueno pues, están en su derecho, vivimos en un país donde todo mundo es libre de decir o pensar en lo que quiera. Pero creo que hay una pequeña confusión, según el alcalde, los cinco millones no son para la construcción del monumento, sino para todo lo que será el nuevo Megaparque de la Familia, como él lo llama, que sería todo un atractivo en la provincia y ayudará a promover el turismo que tanto necesita la ciudad.
– Bueno, dicho de ese modo, compadre ya la cosa cambia, yo sí creo que la ciudad necesita de otro atractivo que potencie el turismo, ya el parque acuático nos está quedando corto y es hora de modernizarnos y pensar en otras cosas como las grandes ciudades.
– Lo que pasa es que es un mal enfoque de la administración que todo lo ha centrado en el monumento y no se habla del proyecto en su totalidad. En todas las intervenciones está el Cristo Redentor, en la publicidad. Entonces han vendido mal la idea y allí está el resultado.
– ¡Ay, compadre! ¡Yo no sé ni con qué mismo quedarme! Si con lo que dice la concejala o con lo que dice el alcalde. ¿Qué será mejor? “Más obras, menos menumentos” o el Megaparque con la imagen del Santo Cristo. No quiero que me digan a mí también hereje por irme en contra de mi Señor.
– Pues, quédese con las dos, compadre. No se complique, como ya lo ha hecho en otras cosas que yo sé y que no quiero decir en este momento, y que en eso ya tiene mucha experiencia, jeje. Y allí no se acuerda de su Redentor, solo cuando le conviene, bandido, jeje.
– Mejores me voy, ya empezó con sus cosas. ¡Hasta la próxima mi don Juan! Aunque no sea este el día de su santo, jeje.