– ¡COMPADRE INDISCREEEETO! ¡COMPADRE INDISCREEEETO!
– ¡Ele que’s pues, compadre Ulbio! ¿Por qué tanto escándalo?
– ¡Salga rápido! ¡No ve que tenemos que llegar a Palora tempranito!
– ¡Pero no tan temprano, compadre! ¡¿Por qué tanto apuro, pues?!… ¡Qué no ha oído decir que no por mucho madrugar amanece más temprano!
– Pero, es que quiero llegar temprano para hacer el negocio…
– ¡¿Para hacer el negocio?! ¡Ya está usted peor que la Gober! Ella sí que ha madrugado a la campaña electorera esperando que amanezca temprano; contraviniendo abusivamente los tiempos electorales.
– Bueno, ella ha madrugado para hacer campaña; no para hacer negocios.
– ¡¿Y qué cree usted que son las elecciones?!… Un simple y vulgar negocio en el cual el votante no tiene nada que ganar; solo va a votar una vez cada cuatro años para que otros gocen por igual tiempo..
– Es que… como dicen: Al que madruga Dios le ayuda…
– Dios ayuda a los buenos, no a los politiqueros; ellos reciben otras ayudas más terrenales para que puedan madrugarse al pastel electorero y así engordar más la vaca de la corrupción que ya está a punto de reventar…
– ¿Y cuáles son esas ayudas terrenale?
– Por ejemplo la Gober recibe la ayuda gubernamental, y como ni renuncia al cargo ni sabe cuándo va a renunciar, la bonita anda aprovechando el puesto, manteniendo reuniones con todos los sectores, visitando comunidades, parroquias y sectores rurales, hecha la santa…
– ¡¿La santa?!
– La Santa Claus, con aguinaldos adelantados, dizque llevando ayuda humanitaria.
– Claro; arrimada al presidente su campaña marcha sobre ruedas jijiji. Osea, todo este tiempo que andaba de generosa yo pensaba que era de buena gente, por la pandemia, ayudando al que no tiene; resulta que ha estado armando tarima y preparando su candidatura… ¡chiiii!
– ¡Así mismito, compadre! Ahora aparece nomás hasta donde no le invitan, posando para la foto… Claro, excepto donde la necesitan realmente, como en el pago a los maestros, servidores de la salud y trabajadores de otras instituciones; quienes llegan en comisión y no los recibe, porque está ocupada en su camp… digo, su agenda, jeje.
– Bueno, creo que es la única que recibe esas ayudas terrenales…
– ¡Nooo, compadrito! No es la única; por ahí anda también cierto sustentable director arrimado al árbol de la Prefectura y cumpliendo con una aaaamplia agenda y compromisos de planificación, eso sí, aclarando que es porque en su Dirección nada se improvisa, todo se planifica… ¡Hasta las candidaturas!
– ¿Y será sustentable su candidatura? ¿En qué se sustenta?
– En el padrinazgo de su jefe pues; quien le da una manito y donde va le menciona en su discurso: que es un buen departamento, que es un buen funcionario, que muy capaz, muy elocuente y otras flores para que adornen su figura y la vuelvan angelical.
– Uuuuu… ¡Así hasta yo! Con tremenda máquina de hacer propaganda, todo gratis: micrófonos, parlantes, amplificación, tarima, animadores, personal, entrega de kits y hasta refrigerios en cada evento…
– Eso más, el director del movimiento, quien también es funcionario de la misma institución y director de otro departamento, también en plena actividad, buscando adeptos, haciendo amarres con la 6 con la condición de apoyar al Guillo Lasso para la presidencia.
– En definitiva ellos llevan la ventaja,
– Supuestamente; porque no saben que nuestra gente no es tonta y no se traga tanto cuento, y bien clarito mira como, desde ya, se aprovechan del puesto, de los bienes públicos, de jefes y todo.
– ¡Así ni qué chiste! Como diría mi finada abuelita: “¡Bonita la pendejada!” Los codiciosos funcionarios que aprovechan sus cargos para tomar ventaja con el cuento de “cumplir agendas”, creyendo así que les amanecerá más temprano.
– ¡¿No ve compadrito?! Ya puede darse cuenta usted de la calidad de estos políticos; imagínese nomás llegando a ganar qué clase de funcionarios serán… ¿Acaso de la misma clase de esos que se reparten hospitales para lucrar con el sufrimiento de la gente?