Inicio Opinión Para legislar, no es la edad sino la inteligencia…

Para legislar, no es la edad sino la inteligencia…

por Andres Ortega

Cuando observamos con detenimiento lo sucedido en los últimos días con uno de los más jóvenes en la Asamblea Nacional; un legislador de la patria ecuatoriana, volvemos a una grave discusión de edad versus inteligencia.

Los partidos políticos y las circunscripciones que ellos representen, no son de importancia en este análisis. Yo refuto aquella afirmación que la edad es importante para ser o no un buen legislador a nivel local, provincial o nacional. Existe inteligencia que viene de casa, así también los valores de respeto y admiración por el servicio público, y el quehacer político y administrativo de un territorio determinado.  

Argumentaré que, a pesar de la edad y los desafíos que esto conlleve; uno nunca estará completamente listo para ser un legislador en cualquier nivel expuesto. Sin embargo, es importante que luego de los recientes escándalos y la evidente no preparación de varios legisladores, se consideren reformas a la ley vigente. Se propone una exigencia de ciertos requisitos académicos que, deberían ser primordiales al momento de la calificación de candidaturas desde las primarias de los partidos o movimientos políticos, hasta el cumplimiento de debates públicos y obligatorios; permitiendo así, que la ciudadanía corrobore la capacidad intelectual y la experiencia de un aspirante a las legislaturas locales o nacional.  

Eso sí, la Constitución permite que los jóvenes de 16 años puedan elegir a sus mandantes; es por ello que, debemos exigir que las organizaciones políticas de forma obligatoria para su sobrevivencia, formen a estas nuevas generaciones y los preparen para futuras aspiraciones. Refuto que exista un requerimiento de edad para ser legislador, pero resisto en la propuesta de que debemos exigir mayores y mejores requisitos previos para que se califiquen los cuadros políticos para legisladores en cualquier nivel. Es aquí, de donde nacen las ordenanzas y leyes que gobiernen un territorio y la nación entera; por tanto, el sueldo es bastante, como bastante debería ser el cumplimiento de formación académica y experiencia en el ejercicio de la cosa pública.

Byron Jonás Naranjo Cando

Máster en ciencias políticas y gobiernos seccionales

Miembro de la AECIP – Asociación Ecuatoriana de Ciencia Política

Miembro de la AAPA – Asociación Americana de Administración Pública

Alumni – The City University of New York

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