Las habituales mañanas de Kiev a las que estaban acostumbrados sus habitantes fueron irrumpidas el pasado 24 de febrero del año en curso, estruendosos sonidos de vehículos que se agolpaban a gasolineras por abastecimiento, gente que ingresaba a las tiendas y farmacias por provisiones, bancos y sitios de canjes abarrotados, era el escenario con el que tuvieron que lidiar decenas de compatriotas como Jeff López, un residente de esta localidad ucraniana; el joven Napense comenta que ese día todo sucedió tan rápido y que hasta el momento ha sido complejo entender lo que ocurre, sin embargo él seguirá en un refugio de Kiev por su propia voluntad.
Al inicio de los primeros ataques perpetrados por Rusia en la madrugada del 24 de febrero cientos de estudiantes latinos que integran grupos de chat, escribían frenéticamente mensajes de texto entre las 04h00 am preguntándose ¿que eran esas explosiones?, enseguida otros universitarios que se encontraban en varias ciudades circundantes a los ataques ya tenían razón certera de la guerra y lo confirmaban, narra Dagmar Narváez, otra estudiante guarandeña quien dio uno de los primeros testimonios a CNN y a medios de comunicación de Ecuador.
“Muchos sabían lo que se veía venir, las primeras bombas que cayeron de manera estrategia en la capital de Ucrania no dio chance a nadie para armar un plan de escapada”, cuenta otro ciudadano ecuatoriano, que describió la complicada travesía que tuvo que pasar al abandonar su departamento el día de los primeros ataques.
“Estaba en Kiev, mi hijo y sus amigos salieron despavoridos la noche del ataque, él se metió a un bunker; esa noche y al día siguiente intentaron ir dos veces al tren sin resultados” relata Galo Guevara padre de Iván Guevara Armijos, otro de los 700 estudiantes ecuatorianos que fueron sorprendidos por la guerra en Ucrania.
“Los boletos para los trenes les dieron el 25 de febrero, estos solo fueron validos el 06 de marzo”, cuenta Guevara, es decir los trenes en Kiev estaban abarrotados los últimos 5 días.
Los padres de familia de los Napenses en Ucrania, telefonearon desde el mismo día en que todo estalló a varias personalidades públicas, ellos tocaron puertas y finalmente provocaron una evacuación de los estudiantes y residentes en varios puntos de compleja inseguridad por la guerra.
Pamela Cevallos, Asesora del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Canciller Juan Carlos Holguín, y la activista Gabriela izquierdo (estudiante ecuatoriana), lograron que un buen número de compatriotas aseguren sus pasajes de retorno a Ecuador.
En el vuelo humanitario programado para el 03 de marzo del 2022 se enlistó Iván Guevara Armijos y sus amigos, ellos han mostrado su alegría y también sus preocupaciones con relación a los estudios que serán retomados de manera virtual, tomando en cuenta, que las clases las recibirán en la madrugada por el cambio de uso horario; otra de las situaciones que los agobian dicen sus padres, es el gasto que ha hecho por familia, ya que en algunos casos como el de Carlos Cesario Cordero Nevares, la inversión para financiar sus estudios en Ucrania los obligó a endeudarse.
Otros estudiantes ecuatorianos se quedarán afirma Martha, quien pide se reserve su apellido, ella trabaja en Polonia y Ucrania, le va bien estudiando y haciendo escalas para mantener su trabajo, la guerra no le impedirá continuar con sus sueños dice.
Por otro lado hasta el cierre de esta edición Cristian Fernández, estudiante que radicaba hasta hace poco en Lviv avanzó a Polonia con sus compañeros, ellos no contaron con la misma suerte que el primer grupo de ecuatorianos que abordarían el avión en Budapest, todo el grupo junto a Fernández contrataron un autobús para cruzar la frontera y llegar a Varsovia, ellos se encontraban a la espera de una respuesta de la cancillería ecuatoriana para que les confirmen si saldrían en el mismo vuelo humanitario.