Increíble pero cierto resulta ser el hecho de que, un emprendimiento que transformó la vida de un Cantón, Provincia, Región y País, ahora sea el causante de la desestabilización económica de muchos productores y sus familias y todo debido a la falta de empatía, sensatez, sensibilidad y solidaridad de intermediarios que solo buscan réditos que les permita acrecentar aún más su poder, en desmedro de los más necesitados y sacrificados como son los medianos y pequeños agricultores que no saben qué hacer con fruta a la venta desde 0.80 centavos hasta sin precio.
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