Por: Guido Calderón
El Plan de Promoción 2022 del Ministerio de Turismo, prevé una asignación de 47,3 millones de dólares para el cuatrienio 2022 – 2025, de los cuales 41,8 -el 88%- son para promoción, dividida en 5,3 este año; 7,5 el próximo; 11,5 el 2024 y 17,4 el 2025; lo que aumentaría turistas extranjeros a 667 mil este año, 943 mil el próximo; 1,4 millones y 2 el 2024 y 2025, respectivamente, que nos dejarían ingresos por 2,5 mil millones y aumentará el empleo en “Actividades Turísticas” un 7%, porcentaje que no encaja el supuesto 335% de crecimiento de turistas.
Esta lógica de gasto, es contraria a lo que están haciendo destinos inteligentes, que arrancan el 2022 con presupuestos gigantes para atraer la atención “ahora” que muchos países aun no levantan cabeza. En el 2025 la guerra propagandística será brutal -siempre lo ha sido- y mucho más caro llamar la atención de los viajeros.
De los 5,5 millones para promoción este año, 61% -3,3 millones- es para internacional; 18% para nacional y 5% para la “Marca País” que no se la muestra en el plan y crea la duda: ¿Cuál es? De estos 3,3 millones 50% es para promoción en EE.UU., 38% Europa, 7% Latinoamérica y 5% a la única web del Mintur, cuando es práctico tener varias versiones con idiomas y preferencias acorde a cada país. Ej.: a los alemanes les atrae más lo verde y a los españoles, lo gastronómico.
En “Ferias y Eventos”, asistiremos a Fitur y la WTM de Londres. A falta de una feria propia, Ecuador debería estar presente en Anato de Colombia y en la WTM de Sao Paulo. El Ministro Olsen anuncia la primera feria turística auspiciada por el Estado: Ecuadortravel, que esperemos supere la primera edición.
Finalmente, en los “Próximos Pasos” habrá reuniones con los gremios. No se prevén sólidos acuerdos. Conclusión: la mayoría del sector turístico privado todavía cree. Esta euforia ya la hemos vivido. Falta que la nueva ley de turismo vaya a ser devorada en la neolítica Asamblea: todos querrán engullir aun ministerio débil.