En la anterior semana, se hizo viral la denuncia de los propietarios de una mascota, quienes lamentablemente vieron morir a su gata luego de haber sido llevada a una clínica veterinaria por un tema de esterilización.
A decir de los denunciantes, se trata de una supuesta negligencia médica, ya que la gata llegó bien a la clínica, pero al salir se la entregaron dormida, luego de varios intentos de querer despertar, no soportó y perdió la vida.
Margarita Áreas, es la propietaria de la Clínica Veterinaria “Dr. Can” ubicada en la calle 9 de Octubre del barrio Santo Domingo, ella señala que efectivamente la semana pasada estuvieron en una campaña de esterilización, siendo el día sábado el de mayor acogida, con un total de 22 pacientes que fueron esterilizados.
En eso, llegó una gata de la mano de sus propietarios, a quienes se les hizo caer en cuenta que por motivo del corte de energía eléctrica que se dio en ese momento, no contaban con documento de acta de consentimiento informado donde se le hace saber sobre su responsabilidad por el hecho que toda campaña de esterilización implica algunos exámenes que hay que realizar y el uso de anestesia, por lo que conocían de todos los riesgos que implica este tipo de operaciones.
El propietario, estuvo totalmente de acuerdo y así dejó a su mascota, luego de dos horas, la misma persona que la dejó vino por el animal, a quien se le hizo la entrega con todas las recomendaciones para su cuidado. La gata estaba un poco adormecida, que ya se estaba moviendo y que había que mantenerla con un poco de calor hasta que le pase los efectos de la anestesia y nada más, que cualquier cosa le mantenga informada. Al poco tiempo recibe un mensaje que la gata seguía durmiendo, por lo que se le respondió que no todos los organismos son los mismos que tenga un poco de paciencia mientras siga respirando normal todo está bien. A las 18:00 nuevamente recibe un reporte que la gata no respira bien, que apenas la descuidaron un rato para ir al baño y de regreso se encuentran que respira con dificultad, a lo que se les respondió que la traiga inmediatamente, se la atendió por emergencia, se le aplicó los medicamentos necesarios, pero no respondió.
A criterio de la doctora, parece que la gata vomitó y no se percataron, por lo que pudo morir asfixiada por su propio vómito, que esto suele suceder, en el interior de la boquita se le encontró bastante líquido.
El echo es que, la persona que reclama no es la misma que dejó la mascota y la retiró luego de la intervención, es de allí donde hasta se ha puesto en tela de duda su título de profesional, hasta se llegó al límite en las redes sociales de amenazarla de muerte, diciendo que correrá la misma suerte que la gata.