Te has enterado del niño australiano de nueve años llamado Quaden Bayles que tiene una condición física de enanismo y cuyo video es subido a las redes sociales por su madre que seguramente en la desesperación que le causa ver a su hijo acosado por el bulling en su escuela le pide que le dé una cuerda para quitarse la vida.
Es una historia que se repite a cada instante en rededor nuestro y que no debemos tapar pensando que el ocultar estos casos aportan a su solución, debemos reeducarnos como adultos para extirpar de nuestras propias acciones y pensamientos lo que pueda tener olor a discriminación por cualquier condición física, intelectual, económica, política o religiosa que nos presente cualquier persona, así con el ejemplo de adultos respetuosos y condescendientes con la realidad del otro.
Nuestros hijos verán en el ejemplo la mejor manera de llevarse con nuestros semejantes poniendo como premisa de vida aquel principio llamado “La Regla de Oro” del buen vivir y que reza así: “No hagas a otro lo que no te gustaría que te hagan a ti”.
Cuanto ha cambiado desde que fuimos niños de escuela, que cada día añorábamos encontrarnos con nuestros amigos para exteriorizar nuestras capacidades de relacionarnos con fraternidad y amor. Aprender jugando sin ofender, respetando a maestros que nos educaban con tanto esmero y dedicación sin siquiera pretender anteponer ideologías torpes que ahora han hecho que se pierda esa mística de educar con excelencia, tratando no se conque finalidad que la juventud reaccione para opacar a su semejante por cualquier defecto que pueda salir a flote.
Es que de suyo la vida ya trae su dificultad para que alguien nos restriegue en la cara algún defecto o incapacidad. No es dable que el sufrimiento de familias que pierden a sus hijos por esta estúpida moda de burlarse sea la demostración de la actual juventud, debemos necesariamente hacer una campaña por solucionar esto empezando con nosotros mismos.