Inicio Entretenimiento Se destapó la olla de la colada y de la discordia

Se destapó la olla de la colada y de la discordia

por Andres Ortega

– ¡Qué más compadrito Ulbio! ¿Cómo estuvo esa colada morada?

– Más o menos nomás, compadre Indiscreto; no sé por qué a mi mujer nunca le sale bien la colada. ¡Ni siquiera el color le atina! En vez de morada le sale medio rosada… ¡Una vez hasta le salió verde!

– ¡¿Verde?! Eso ha de haber sido en la época correísta. Pero bueno; si no le atina al color, cómprele colorante vegetal… ¿No ve que en estos días lo único que importa es la apariencia? Y como resultado, nada es lo que parece.

– Eso va a tocar hacer, por lo menos para que no hablen mal las visitas. Pero me imagino que usted sí ha de haber quedado hasta empachado con tanta colada morada y guaguas de pan; como siempre le invitan.

– No, compadre; este año ha habido carencia de invitaciones…

– Pues no me diga que no le invitaron a la colada que hizo el señor alcalde; hasta se ha de haber repetido, con lo pico sabroso que es.

– ¡Qué va compadre! ¡Solo invitó a sus panas más calidad! ¡A uno pobre qué pues!… Más bien a usted sí le ha de haber invitado.

– Uuuuu; nada que ver, compadre; yo creí que a usted sí le había invitado.

– ¡Qué va compadre! Como el coronavirus creo que le ha dejado corto de vista, a mi no me puede ver. Yo que estaba ya afilando el pico, me dejó con todas las ganas.

– ¡Qué pena, compadre!

– ¡Pero qué importa! ¡Al cabo que ni quería! Más me gustó la olla que destapó la vicealcaldesa.

– ¡¿La vicealcaldesa también hizo colada morada?!

– Bueno, no precisamente morada; más bien una colada de colores.

– ¡¿Colada de colores?! ¡Ele, que’s pues!… ¡Eso está peor que la colada de mi mujer!

– Es que destapó una olla de coloridos desacuerdos y diferencias que las repartió a diestra y siniestra, por todo lado. Pues repartió declaraciones sobe su franca oposición al alcalde, acusándole de entregar la obra de la segunda etapa del Malecón sin cumplir con el asfalto de las calles de acceso.

– ¿Es decir, sin haber cumplido con su palabra?

– Así es; esa colada sí que estuvo sabrosa; porque, aunque no fue morada, sí les dejó con la cara morada a algunitos por la frontalidad de sus declaraciones. Una colada endulzada con el dulce néctar de la sinceridad, para quitarle el sabor amargo a la irresponsabilidad y la falta de palabra.

– ¿Y de guagua?

– ¡Qué más guagua que ella misma! ¡No ve que es una linda guagua; que hace poco no hacía ni sombra y defendía el accionar del burgomaestre a capa y espada. Finalmente se ha dado cuenta que no están haciendo las cosas tan bien como las predican.

– O sea que abrió los ojos.

– Sí; y ojalá los mantenga siempre abiertos para que no se la duerman y ella sí me pueda ver.

– Pues tiene razón de indignarse si se entrega una obra incompleta.

– Eso mismo es lo que dice; que si se hace las cosas hay que hacerlas bien hechas y no a medias; no como ahora que con tanto aguacero toca cruzar las calles en canoa para llegar al malecón, o con el lodo hasta los tobillos.

– Por eso ha de ser que no asistió al acto formal de entrega de la obra; pero capaz que no le hicieron ni caso. Pero bueno, lo importante es que haya dejado sentado su criterio….

– También dijo que no estaba de acuerdo con que se hagan actividades como el kayak en el río Puyo y se permita que la gente se bañe en aguas contaminadas si no se ha hecho nada por su descontaminación.

– ¡Claro pues, compadre! Yo estoy de acuerdo en eso; primero se debería trazar un plan de descontaminación del pobre nuestro río antes de recuperar las tradiciones y no al revés.

– Y en eso debería colaborar toda la ciudadanía, compadre; desde a los niños se les debe enseñar a amar y respetar a esta bella tierra, para que no la sigamos ensuciando.

– ¿Y qué dice el alcalde?

– El Alcalde dijo que de gana la guagua se porta así de caprichosa, tremendo escándalo por un simple charco, que ahora ella también quiere venir con tucos tacones, cuando debería ponerse las botas. ¡Cómo si ir al malecón fuera toda una aventura para expertos güilli, güilli!

– ¿Y de cuándo acá se destapó así la guagua, de esta manera?

– Las malas lenguas dicen que se puso así desde la salida del Ivancito, que desde allí la notan media rara y media rebelde… Jeje… Pero mejor compadre, le invito donde otra guagua que sí sabe hacer colada de verdad, y sin colorantes.

– ¡Vamos pues! ¡Quién dijo miedo!

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