La cristalización del corredor ecológico Llangantes- Sangay que unirá a las provincias y parroquias de los cantones de Tungurahua, Pastaza, Morona Santiago, y al cantón Carlos Julio Arosemena Tola, de la provincia de Napo, es nuevamente un tema de trabajo que ha reunido a las autoridades de las provincias antes mencionadas, quienes con la finalidad de retomar el proyecto que lleva décadas el intento de ser ejecutada, busca conectar las dinámicas sociales, culturales y económicas de las zonas señaladas.
El corredor ecológico, considerado un refugio emblemático de flora y fauna, alberga una gran variedad de hábitats y paisajes, también de crearse bajo una figura legal, contribuiría a la conservación de la biodiversidad y ambiente, lo que además potenciará el turismo comunitario y sostenible de cada localidad, generando espacios dinámicos de conservación y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales amazónicos, mencionaron las autoridades que asistieron a esta plenaria.
“La iniciativa para su formación surgió como un proyecto estratégico para el fortalecimiento de conectividad entre el Parque Nacional Llanganates (PNL) y el Parque Nacional Sangay (PNS), hace algún tiempo, pues a través de esto se posibilitará la dispersión de flora y fauna entre dichas áreas, además, permitirá la incorporación de territorios naturales no considerados parte del SNAP, garantizando integralmente la protección de la biodiversidad, ya que constituye una manera eficiente para contrarrestar la fragmentación y la pérdida de hábitats, garantizando la persistencia de las especies, en tiempo y espacio, promoviendo su variabilidad genética” confirmó la Fundación Natura, Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial.
Mediante el análisis de recursos cartográficos de las localidades comprendidas para la formación del Corredor Ecológico Llanganates- Sangay se determinó que un 71,5% del uso de suelo corresponderá a bosques de vegetación natural, esto es, aproximadamente 30.000 hectáreas, mientras que solo un 13,62% se encuentra intervenida con cultivos, pastizales y centros poblados; según los estudios socioeconómicos realizados entre los años 2002 y 2008 en las zonas pobladas aledañas al nuevo Corredor Ecológico Llanganates – Sangay, las principales actividades económicas están relacionadas con la agricultura, ganadería y turismo.
El turismo en la cuenca del Río Pastaza y también algunas iniciativas de conservación y manejo que se llevan a cabo actualmente, se describen como alternativas para mantener intacto al Corredor Ecológico Llanganates- Sangay, por ello se han recogido conclusiones de un estudio en cinco especies de mamíferos de altura (oso andino, tapir andino, venado colorado andino, puma y cuchucho), cuyos registros dentro y fuera del corredor indicarían que actualmente no se está cumpliendo cabalmente la función de conectividad de hábitats entre los parques nacionales, por lo que se hace necesaria la ampliación de sus límites especialmente en el extremo occidental.
Para el extremo oriental, la protección de las cuencas hidrográficas y remanentes boscosos importantes desde el punto de vista socio ambiental, justifican plenamente la ampliación del corredor Ecológico Llanganates- Sangay, “sobre la base de estos estudios y análisis, y con los criterios de la propuesta del Plan de Manejo, se espera que la ampliación de los límites del corredor, se dé, cuyos nuevos límites se vincularían a los lineamientos para la creación de corredores con fines de conservación reciente” afirmó Bacha Jiménez, ciudadana de El Capricho, quien aseguró confiada que la propuesta para el Ministerio del Ambiente del Ecuador, está formulada correctamente, ya que dispone de algunas conclusiones y recomendaciones para continuar y profundizar los estudios biológicos necesarios para dotar a esta área de los elementos que lo ayuden a dar garantías para su conservación futura.