Son las doce de la Noche del día martes 31 de diciembre del 2019; he llegado cansado, triste, desilusionado y hasta cabreado; porque hay cosas que me han defraudado.
Hoy me queman y quiero dejar a todos mis hijitos paloreños lo que a cada uno le corresponde. Comenzaré por mis hijitos, los políticos, quienes tanto ofrecen y lo único que han dado, es lo que el mismo pueblo ha pagado.
A mis revoltosos de Pachacutik, les dejo aconsejando que otro líder vayan buscando; porque el Estalin se está cansando y hasta con hacer tzantza los puede ir amenazando.
A los consabidos de Democracia SI, les dejo una brújula para que se orienten y no la estrujan. En los cargos que les han dado, no se vayan acostumbrando; y más bien, trabajen, porque los puestos no son solo para estarlos calentando.
A mis ingratos de Progresa Morona Santiago, les dejo aconsejando que se vayan acordando del pueblo, que los está mirando; y de a poco se están desilusionando, ya que ni en misa están asomando.
A mi nieto consentido Luchito Heras, alcalde por tercera vez, en la administración pública nada como un pez. Le dejo un par de pilas para que esté bien despierto, ya que no faltará algún sabido que querrá beneficiarse de lo incierto y se vaya con un botín dejándonos boquiabiertos. La feria de la Pitahaya, creíste que organizarla era papaya, se ofreció que vendría el Otto pero nos dejó con los churos hechos, en medio del alboroto.
A mi guambra Daniel Patiño le dejo una pistola, para que controle la delincuencia que sube y baja como una ola, para ver si con eso le paran bola, los de los barrios por lo menos, que cuando se convoca a una sesión, pocos vienen y no ponen atención.
A mi nietita mayor, Miriancita Ortiz, que muchas veces tiene sueños de emperatriz, le dejo una codorniz para que en la sencillez aprenda a ser feliz. Además, le dejo aconsejando, que se quede tranquila con su vice alcaldía; y que del puesto de la alcaldía se vaya olvidando, porque el Luchito, eso nunca va a ir dejando.
A mi nietita menor Marcia Gonzales, le dejo un armario lleno trajes con finos encajes, para que la ropa que le regalaron los del Frente Morona, la vaya botando, y por fin, se vaya cambiando.
A mi nietito que me salió medio facineroso, Estebitan Sanchima, que tiene un corazón de aquí a la China. Le dejo una billetera, para que no gaste en tonteras, que las pensiones alimenticias vaya pagando, caso contrario a cana va a terminar entrando; y de ahí sí, nadie le estará liberando.
A mi hijo primogénito Cesarito Delgado, le dejo un fumigador para que sus 100 hectáreas de pitahaya tengan un mejor color. Además, me permito aclarar, que por más plata que tenga, el pueblo ya no le va a apoyar y de la política, mejor se tendrá que olvidar.
A mi pana Yunda, que, de la noche a la mañana, un bicho le picó y en político se convirtió, le envío un mensaje en las patitas de una paloma, ya que desde los comicios no se asoma. En ese mensaje va un consejo, que, para la próxima, por lo menos con los de Numbayme vaya conversando; y así por lo menos una concejalía pueda estar alcanzando.
A mi Tzama Estalinsito, que a veces sus ñaños se portan malcriaditos. Le dejo un buñuelo, de premio consuelo, ya que la alcaldía no pudo alcanzar y eso que adelantaron el festejo. Le dejo además un boleto a Alemania, para que venga con una Germania y con eso, no tenga la necesidad de seguir trayendo a su tierra, a gente extraña, con el cuento que ha sembrado árboles en toda la montaña.
A mi Richardito Buñay, llamado injustamente el Alvarito Paloreño, aunque otra vez fallaste en el intento, por no arrimarte a buen cimiento. Le dejo un par de anteojos, para que abra bien los ojos y en esa mesa técnica logre los objetivos, comprometidos. Además, le dejo aconsejando que del Luchin se vaya agarrando, si quiere en la próxima estar ganando, caso contrario el Estalin le ha estar dejando, cantando y bailando.
A mis nietos y bisnietos que van asomando bastantes, los chofercitos carreteros, les voy a dejar mis lentes, para que la señalética, vayan mirando y las leyes vayan respetando, caso contrario al tarro van a ir desfilando. Del mismo modo, a mis picarones taxistas de la 22 de junio, les dejo una canción y además de una recomendación: Que de las guambras se vayan cuidando, o sus mujeres les van a ir garroteando.
A mis bandidos de la Centinela del oriente, que se creen de Palora terratenientes, les dejo aconsejando que a los pasajeros les vayan enseñando, que donde quiera no se les puede estar parando.
A mis engreídos del agua potable, les dejo un gran tanque y un buen cable, para que a Palora, sin agua, no nos vayan a dejar, y así de las puteadas se puedan librar.
A mis profes del colegio Palora, que los recuerdo hasta ahora, les dejo una advertencia, a los guambritos vayan educando con paciencia y amor, caso contrario el melloco volverá de rector. A mis maestros de la Quito Luz de América les dejo aconsejando, que mejor se vayan jubilando y así el espacio vayan dejando, a los jóvenes que con ganas vienen enseñando.
A mis voluntarios bomberiles les dejo un tanquero de agua nuevo, para que los incendios vayan apagando y cuando lleguen con la manguera no intenten estar solo soplando.
A mis queridos policías, les dejo un patrullero todoterreno, para que cuando el teléfono suene, a los auxilios vayan volando y así los relajos vayan calmando.
A mis chiquillos de la Junta Cantonal les dejo un cómodo sillón, para que descansen de tanto descansar y así los casos los puedan solucionar.
A mis panelas del municipio, les dejo aconsejando que del Marce, ya se vayan olvidando, porque el Luchín, hasta ahora se ha limitado a observar, pero el próximo año, a más de uno, va a botar.
A mis amiguitos del Observador, les dejo un buen tintero, para que reemplace sin problemas a su reportero, don Cisneros. Que, aunque siempre lo topamos por el pueblo que es pequeño, a veces si extrañamos su rum rum Paloreño.
A todos mis hijos putativos, conocidos y los no reconocidos, los políticos de mi pueblo, como me han dejado pelado, de lo poco o mucho que se han llevado, no me queda más que darles la bendición y un buen consejo de corazón: Que al pueblo de Palora, vayan respetando y que el dinero lo vayan cuidando, caso contrario la contraloría les estará glosando.
Adiós, adiós ya me vienen a llevar, los diablos me arrastran y don Sata me abraza, adiós, adiós, me despido de ustedes porque este año terminará y el 2020 empezará…