Por: Guido Calderón
Imaginemos Ecuador en 10 años con todos sus habitantes conviviendo con la misma moral que los asambleístas aministiadores. Alcaldías y prefecturas serán reductos de sus militantes enriqueciéndose cínicamente, sabedores que sus coidearios captaron los organismos de control; los carteles financiarán sus candidaturas; la delincuencia organizada pondrá jueces y fiscales; asaltantes se dirán activistas sociales; rateros serán víctimas del capitalismo; sicarios de moto reclamarán su derecho al trabajo; la vandalización de propiedad pública será resistencia social; invasores de tierras serán defensores de la naturaleza; traficantes de vida silvestre, activistas ecológicos; policías abarrotarán las cárceles acusados de ser parte de un Estado represor y todo malhechor se dirá perseguido político.
La política nacional está llena de putines que invaden la honestidad, bombardean la moralidad, revisten de falsa dignidad sus mentiras, violentan el alma del país y acusan a la gente honesta de fascistas, racistas y oligarcas, adjetivos que usurpan valor a cualquier imputación moral o legal.
De otro lado, el sector turístico está compuesto mayoritariamente por gente que busca el bienestar del Ecuador, ya que los turistas buscan eso: bienestar. No podemos vender lo que no tenemos. Ciudades y campos limpios, ordenados, seguros; atraen turistas. Gente amable, transparente; inspira confianza, transmite alegría y traslada los dones y bendiciones que tiene este maravilloso país. Pero el empresario, académico y profesional del turismo, siente que no encaja con estas huestes de aventureros, cuyas ideologías de odio son antagónicas con el espíritu de servicio, la amabilidad hacía el extraño, la solidaridad productiva, la ecología provechosa, la igualdad de emprendimiento.
Ecuador tiene una disyuntiva vital. Seguimos eligiendo a los putines, o exigimos a la gente amable, creativa, buscadora del bienestar común; que asuma su rol histórico y de ejemplo de que podemos progresar como hermanos y ser cordiales, aun con los rencorosos. /GC