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TURISMO A LA PACIFICACIÓN

por Andres Ortega

Por: Guido Calderón

Cuando varios grupos armados se enfrentan, es una guerra. Cuando un grupo armado ataca a personas indefensas, es una masacre; que en Ecuador se da todos los días con armas cortas y fusiles, fáciles de obtener y portar. En la violencia también alcanzamos inmunidad de rebaño, todos los días linchamos en Twitter sin misericordia a quienes opinan diferente y vulgarizamos videos de asesinatos.

Hasta antes del Decreto Ejecutivo 749, de abril de 2011, los guardias armados con carabinas baratas, desalentaban los asaltos a mano armada de los negocios citadinos y era imposible que una hostería o hacienda fuera desvalijada.

Portar armas artesanales era normal y no existía sicariato: el victimario podía terminar liquidado. Hoy, con un país desarmado, es una profesión en crecimiento exponencial, ya que por ley debemos dejarnos disparar; y a los políticos no les importa los ciudadanos acribillados; a quienes se asesina su honra, pues “por algo habrá sido” y la duda da razón al sicario: un héroe en saludable limpieza social, porque no hay muerto inocente ni sistema judicial que ubique culpables.

Las masacres escolares en USA son argumento para impedir defendernos, pero lo que allá es esporádico, aquí es diario. Anualizando asesinatos en Ecuador, superamos ampliamente los acribillados en Estados Unidos.

El presidente Lasso deroga el Acuerdo 749 y cada ciudadano honesto y patriota, se convierte en elemento de seguridad para su hogar, trabajo y ciudad: los criminales van a retroceder, perderán sus actuales ventajas; los asaltos y vacunas van a parar. Trabajaremos sin miedo y sin el estímulo de contratar paramilitares que nos defiendan, como hizo Colombia.

Los políticos que convocan a venganzas, se oponen por pánico a un ciudadano indignado. Los que monetizan noticias sangrientas, perderán dinero. Los dedicados a ofender a mansalva, pensarán antes de hablar. Citando a Petro: la Paz no se mide por la cantidad de muertos, sino de vivos. Y el Ecuador huele a cadáver e indefensión todos los días. /GC

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