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TURISMO BUROCRÁTICO

por Andres Ortega

Por: Guido Calderón

 Cuando un empresario experimentado se hace cargo de una entidad con problemas, primero diagnostica donde están los ingresos de dinero que es indispensable para arrancar y lo inmediato posterior, es encontrar los huecos por donde se escapan los recursos y eliminarlos.

El primer mensaje a la nación del nuevo gobierno ha sido que no hay dinero, sin embargo, no hay la menor intención de eliminar los gigantescos agujeros por donde se escapa el dinero estatal impune e improductivamente, como son la infinidad de entidades y trámites burocráticos de todo tamaño, costo y recurrencia; que devoran los recursos del país y son la principal causa de la pobreza de los ecuatorianos.

Los miles de empleados públicos que regulan cada instante y a cada acto de nuestras vidas en la parroquia, cantón, provincia y en la capital; son el principal impedimento para el crecimiento del Ecuador. Más los miles de puestos y funciones innecesarias que se crean, no solo para controlarnos, sino para crear ingresos y estatus de funcionarios y autoridades, a los amigos y parientes, a los turistas burocráticos que se infiltran en cada rincón del país, hacen ruido comunicacional patriotero y nos pasan por aportes al país su holgazanería.

La delincuencia organizada y bien armada, ha disparado los costos de producción en cada rincón del país, copiando el modelo del Estado Ecuatoriano: cobran impuestos. Los llamamos vacunas, pero tienen el mismo concepto estatal: pagamos por vivir en nuestras casas, por caminar por nuestras calles, por abrir una tienda o una empresa. Los delincuentes evaden las leyes vigentes gracias a jueces las reinterpretan para que salgan libres y continúen con sus extorciones.

Muchas instancias gubernamentales bien podrían ser dirigidas por los líderes de los GDOs, ya que comparten los mismos métodos para quitar forzadamente dinero a los ciudadanos. Muchos municipios y grupos de extorsionadores, son almas gemelas. Y Fito merece ganar el premio del año al mejor comunicador.

Los hoy son asambleístas hacen más leyes al grito de que “los ricos paguen impuestos” cuando la frase debe ser que los ricos “también” paguen impuestos, pues los generadores de leyes no los pagan ya que no emprenden, todas sus vidas han vivido del modelo estatal burócrata, extorsionador y empobrecedor que a muchos permite en unos meses, hacerse rico y disfrutar de una vida sin trabajar.

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