Por: Guido Calderón
El uso de la embajada como guarida de perseguidos por las leyes ecuatorianas, terminó en un distanciamiento jamás imaginado con un pueblo hermano de gran influencia en la cultura de Ecuador: en cada ciudad tenemos mariachis y tacos.
En los 70´los parientes venían a presumir sus fotos en Acapulco que fue destronado por la violencia y el crecimiento de Cancún y toda la Riviera Maya. El huracán del año anterior destruyó gran parte de la hotelería de Acapulco. En apoyo a su recuperación, se realizó el mes anterior la principal feria de turismo de México: el Tianguis, superando terribles problemas logísticos y de seguridad.
El asesinato de tres surfistas la semana anterior en Baja California, para robarles las llantas de su camioneta, muestra la inhumanidad de una delincuencia que crece amparada en la impunidad y la gestión de López Obrador es considerada el mandato más sangriento del país, superando los 170.000 homicidios desde su inicio hasta febrero del 2024. Un 26% más en relación a los 135.345 asesinatos en la gestión de su predecesor. Hay que sumar un porcentaje de crímenes que no son denunciados. 46% de los mexicanos opinan que la inseguridad empeoró y el 74% cree que el Gobierno es muy corrupto. Caída libre las detenciones de delincuentes.
Este sangriento aumento de la criminalidad se logró militarizando el turismo. Bajo la figura de GAFSACOMM las FFAA se involucraron en la construcción y/u operación de 12 aeropuertos, 5 hoteles, 3 parques naturales, 2 trenes, 1 museo y la aerolínea mexicana, la “ocurrencia” más costosa de AMLO, que en un periodo ingresó 1.6 millones de pesos por venta de boletos y 229 millones por gastos de operación. El próximo gobierno deberá cerrarla.
El Tren Maya es otro fracaso, con sobrecostos, violaciones ambientales, desplazamiento de comunidades y solo generará pérdidas, muy similar al Tren de Alfaro que ya dejó de existir en Ecuador. Todos los déficits del grupo de empresas militares son cubiertos con dineros públicos y fideicomisos que generan ingresos de dinero sin necesidad de revelar su origen ni cómo se los usa, gracias a que AMLO desmanteló el Instituto Nacional de Transparencia.
Según expertos, el poder económico alcanzado por los militares es imposible de desmantelar, su papel en el turismo mexicano es enorme y los distrae de su misión de pacificar el país.