Por: Guido Calderón
En toda guerra la primera víctima es la verdad, estamos atiborrados de comunicación dudosa. Muchos gobiernos usan la recuperación turística para manipular a su población, tomar represalias contra otros estados y mantener el freno a la migración. Más de cien países aún están cerrados al turismo y nuevas cuarentenas se imponen. Se crean más impuestos para invertirlos en esta guerra propagandística. Las restricciones no todas tienen intención sanitaria sino política. Campañas millonarias intentan tapar las crisis económicas terribles en Latinoamérica; o permiten que la industria recupere en meses lo que se perdió en año y medio en Norteamérica.
Argentina lidera una campaña turística estatal nunca antes vista. Le sigue Colombia con una cruzada liderada por el gremio de las agencias de viaje. Perú tiene paralizado al sector por la pandemia y el nuevo escenario político. Ecuador aparece en esta guerra de difusión, mostrando las Islas Galápagos libre de contagios.
México no hace publicidad, pero no impone ningún tipo de restricciones a los viajeros, sí el aforo a los hoteles, que en estas semanas logran ocupación similar al 2019. Ecuador es su octavo proveedor de viajeros, de los cuales un 70% van a cruzar la frontera con EE.UU. Las promociones turísticas son tan validas como las restricciones a ciudadanos propios y ajenos, con la finalidad de quedarse con los millonarios ingresos del turismo, polarizados entre muy barato o caro, se evaporan las tarifas intermedias. Norteamérica jugó bien la ficha de las vacunas. Miami ha triplicado precios de hospedajes, arriendo de autos, aéreos y sus atiborrados ‘oulets’ eliminaron las rebajas a los latinos que van por la vacuna gratuita. New York ya tiene lleno el Times Square. Inglaterra ha mantenido la cuarentena a sus ciudadanos que retornan de España, para que ese dinero se quede en el país. Los ingleses representan el 23% de los 80 millones que recibían anualmente los ibéricos, que hoy les exigen pruebas PCR o un certificado digital de vacunación excluyente de inoculados con vacunas chinas y rusas, documento que la OMS lo considera riesgoso. Egipto y Turquía recuperan viajeros.
En nuestro país la mayoría de la hotelería -no es adscrita al Mintur- no presenta cifras de su recuperación, al igual que las plataformas virtuales. A los hoteles formales solo se les pedía números en los feriados y se prorrateaba al resto del año, por ello en el gobierno anterior decía que teníamos 2,5 millones de turistas. Algunos municipios publicitan la reactivación, buscando reelecciones más que turistas. A un mes de nuevo Gobierno, las buenas intenciones hacen noticia. Vivimos una recuperación tan confusa como el origen de la pandemia, desbordada de estafas en línea que aprovechan el ansia de salir. Seamos más meticulosos al viajar; y recorrer nuestro país siempre será más seguro y gratificante.