Por: Guido Calderón
Poner expertos en cada ministerio, direcciones regionales y provinciales, probados en la empresa privada, no regalar ministerios.
Creación del “Comité Presidencial de Turismo”, formado por expertos de las 4 regiones, que asesoren directamente a Daniel Noboa, para que incluya la variable turística en cada decisión y acción del gobierno. Nombrar al próximo ministro de turismo en acuerdo con la FENACAPTUR para romper el divorcio del Mintur con el empresariado.
Gremialización de todos los prestadores de servicios turísticos, derogando la Resolución 0038-2007-TC del Tribunal Constitucional, del Registro Oficial del 14 de mayo del 2008 Suplemento número 336, que declaró inconstitucional la afiliación obligatoria a las cámaras, donde se solucionaban el 99% de los problemas.
Aperturar direcciones de turismo provinciales. Implementar la catedra de turismo en las facultades de comunicación y de derecho. Alargar la atención en bares y discotecas en ciudades que no tienen índices de criminalidad. Convertir los canales incautados en canales temáticos de turismo, uno nacional y otro internacional.
Reformar el reglamento -recién aprobado- sobre el uso de “inmuebles habitacionales”. Eliminar los cuartuchos que ahora son parte del “Catastro Turístico Nacional”. Permitir el alquiler siempre que los dueños vivan ahí, para frenar la burbuja inmobiliaria que deja sin vivienda a millones de ecuatorianos. Prohibir el arriendo turístico en plantas bajas.
Construir entradas turísticas en cada ciudad, donde se dé información y sea obligatorio la revisión de papeles de personas y coches. Camiones y tracto mulas solo circulan de 7pm y 5am.
Pasar todo tipo de hospedaje bajo la dependencia del ministerio de turismo. Exigir bajo riesgo de clausura permanente, copia de los documentos de identidad a cada huésped y enviarlos diariamente a la policial local.
Reconstruir la carreta Pallatanga – Cajabamba que iba a durar 30 años y duró solo 3. Prohibir los plásticos de un solo uso a nivel nacional. Privatizar el servicio del tren, pero mantener las vías en propiedad de los gobiernos seccionales.