Por: Guido Calderón
El ejercicio continuo mejora el trabajo del hipotálamo que regula el sueño, el apetito y sobre todo del ánimo, palabra que viene de alma. El desánimo es lo más grave que le puede pasar a un ser humano. Algo de sudoración y aumento de la frecuencia cardiaca, nos mantiene sanos y el ejercicio más barato y rentable anímicamente: es caminar.
Los médicos recomiendan caminatas diarias, sobre todo a la gente madura para cuidar la masa ósea y muscular. Con el nivel de delincuencia que tiene el país, cada vez son menos los sitios que permiten seguir las recomendaciones del médico: caminar, cambiar de ambiente, contacto con la naturaleza, respirar aire puro; elementos que encontramos en todo el país, pero pocos son los sitios donde podemos caminar con seguridad, sin el peligro de rompernos un tobillo, sin el riesgo de perdernos y con los respectivos servicios de alimentación y pernoctación.
En Estados Unidos o Europa, existen redes internacionales de senderos técnicamente creados, para varias horas, días o semanas, que permiten abandonar las ciudades y emprender la aventura. El sendero más famoso es el “Camino de Santiago”, que realmente son muchos senderos que empiezan en países diferentes, con pisos de gravilla muy bien mantenidos, excelente señalética; que convocan un gran flujo de caminantes que sostienen muchos servicios de alimentación, hospedaje, lavado de ropa, venta de souvenirs, cafeterías, bares, etc.
Baños de Agua Santa, es de los pocos sitios del país donde que existe una red de senderos que permite salir a caminar todos los días con un alto grado de seguridad física, acompasados de los sonidos de las aves, respirando aire puro y transpirando paisajes.
También necesitamos en el país, juntar la espiritualidad con el senderismo: crear caminos de peregrinación, que son marchas de varios días o semanas abiertas todo el año, que unen iglesias y santuarios de varias ciudades y dinamizan la economía rural; en vez de los caos multitudinarios de nuestras alcoholizadas romerías