Por: Edwin Mosquera G.
A lo largo de la historia del País de Manuelito se ha pretendido controlar los actos delincuenciales de manera “extra judicial”, creando varias unidades de control delincuencial que lo que buscaban era desaparecer a quienes mal afortunadamente se encontraban en el lugar y hora no indicadas.
Cuando niño escuchaba el famoso Escuadrón de la Muerte o el famoso SIC-10, que no eran más que sujetos con inmunidad que podían hacer y deshacer con la vida de cualquier individuo que no justificare su permanencia en horas de la noche en las grandes ciudades.
Si bien es cierto las estadísticas de la fecha indican que, bajo el índice de criminalidad, pero a que costo, a costo de violentar los derechos de todos los justiciados, uno que otro muerto que se les cruzó por ahí y por último sentirse dioses y pretender decidir cuál Cesar la vida y la muerte de todos.
La solución no es crear un grupo subversivo, ejemplo Colombia, si no generar políticas de seguridad pública que garanticen la convivencia social y no desenfrenen la problemática, no ponerse a pelear pico a pico, si no enfrentar los problemas con huevos y garantizar al ciudadano de a pie.