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Un intendente cero kilómetros

por Andres Ortega

– ¡Qué vaina, compadre Indiscreto! ¡Mi mujer me pide siempre dinero! La semana pasada fueron doscientos dólares, ayer trescientos y hoy va y me pide quinientos!

– Vaya pues, compadre Ulbio ¿Y que hace su mujer con todo ese dinero?

– No lo se, nunca se lo he dado…

– ¡Con razón, pues compadre! Si su mujer más bien debería citarle a la Intendencia para hacerle cumplir con sus obligaciones.

– Y a propósito de intendencias, ¿ya se enteró de que tenemos nuevo intendente?

– Pues, ya era hora, compadre. Porque sí no, no hay quien haga las batidas… ni los batidos de borojó.

– No lo sé; pero a mí me parece un intendente demasiado joven como para ese cargo.

– ¿Y qué tiene usted contra nosotros los jóvenes?

– ¡Bah! ¿A poco usted se cree joven? Sí los dos somos de la misma leva.

– Seremos de la misma leva, pero yo estoy mejor conservado.

– Bueno, eso sí. ¿Cómo hace usted para conservarse tan joven?

– Pues mire, no discutiendo con nadie.

– ¿En serio? ¡No ha de ser!

– Bueno pues, no ha de ser.

– Ya, ya. Sí usted es el hombre más polémico de esta ciudad.

– Seré polémico pero además soy una persona muy saludable.

– ¿Hace mucho deporte y come sano?

– No. Es que la gente me saluda mucho por la calle y yo… pues, les devuelvo el saludo.

– Bueno, pero yo estaba hablando del nuevo intendente; mire que es su primer cargo público, no sé ni cómo llegó, me parece tan inexperto.

– Pues, por algo se empieza compadre; si es inexperto ya irá aprendiendo, usted sabe que las malas mañas se pegan pronto, jeje. Así que hay que tener paciencia. Además, si a la gente no se la deja empezar nunca… ¡¿Hasta cuándo va a adquirir experiencia?!

– Podrían haberle dado otro cargo menor, como para que empiece.

– No hagamos esos juicios de valor, compadre; y tampoco discriminemos a la juventud. Una persona joven puede tener grandes iniciativas; y si hay algo que no sabe, para eso están los otros funcionarios que lo pueden asesorar.

– Tiene toda la boca llena de razón compadre; pero aún me convenzo del todo.

– Mire, compadre; si lo comparamos con un auto, diríamos que es un intendente cero kilómetros, que puede acelerar bien. Aunque en su primer operativo de control se haya encontrado con sus panas chupando en el malecón y a lo mejor hasta le dio ganas de quedarse con ellos; pero ni modo, tenía que continuar con su labor

– Y con otros panas amontonados en los partidos de fútbol, no sabía si desalojarlos o ponerse e ver el partido con ellos.

– Las dudas de la inexperiencia, compadre.

– Y su primer ingreso a un night club, con semejantes venecas se ha de haber quedado anonadado sin saber si sancionarlas o hacerles el gasto, jeje.

– Bueno; pero al final, en su informe, dijo que todo estuvo normal, que fue un fin de semana positivo, que los que chupaban lo hacían por la pérdida de la selección y que las trabajadoras sexuales estaban bien buenas al punto que hará operativos más seguidos jijiji.

– Como usted dice, ya irá aprendiendo.

– Así es compadre; las personas nuevas pueden darnos grandes sorpresas, y lo que es mejor, nuevo material chistográfico, que es lo que a nosotros nos interesa.

– Así es compadre; peor hubiera sido que nos hubieran puesto a un jetón malgeniudo y sin nada de de gracia como el que sabemos.

– Así mismito es, compadre; ya sabe que lo que nosotros necesitamos es alegría, porque de eso vivimos. Además, lo nuevo es muy importante para complementarse con lo viejo.

– A propósito de viejo… ¿Sabe usted cuál es animal más antiguo?

– La vaca pues

– ¡¿La vaca?! ¿Por qué pues?

– Porqué todavía está en blanco y negro.

– ¿Acaso pretende que haya vacas a colores, compadre?

– Lo que no quiero es que haya vacas sagradas, y si a un joven se le ha dado la oportunidad de demostrar sus capacidades, pues tenemos que apoyarle y desearle la mejor de las suertes durante su gestión.

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