– Oiga, compadre Indiscreto… ¿Por qué será que el señor Alcalde no se decide a cambiar de color al semáforo de la emergencia?
– Ay, mi compadre Ulbio… ¡Pero cómo va el señor Alcalde a cambiar de color! ¡¿Qué no ve que le dieron un semáforo en blanco y negro?!
– ¡¿Un semáforo en blanco y negro?! ¡¿Y cómo está eso compadre?!
– Mire compadre; el presidente de la República emitió el Decreto 1017 con el cual declara el Estado de Excepción por calamidad pública en todo el territorio nacional; en el cual establece diferentes normas y medidas para enfrentar la pandemia del covid 19.
– Sí, compadrito… ¿Pero eso qué tiene que ver ahora?
– Pues tiene que ver que en dicho decreto se suspenden los derechos de libertad de tránsito, de asociación y de reunión y dice que es el COE Nacional el que dispone los horarios y los mecanismos de restricción de estos derechos.
– ¿Y eso?
– Que luego emite una resolución en la que delega la decisión del cambio de color del semáforo de la emergencia en los alcaldes de cada cantón.
– Bueno, pero… ¡¿Acaso eso está mal?!
– Qué acaso nadie le ha dicho al señor Presidente que una “resolución” no suplanta a un “decreto”. Lo peor de todo es que luego envían modificaciones al decreto de horarios a través de un twit. ¡¿En qué parte de la Constitución dice que un twit puede modificar un decreto.
– ¡Qué barbaridad! ¡O sea que hasta en eso están violando la Constitución!
– Así mismito es, compadrito. Luego amenazan a los alcaldes con declararles en desacato si no cumplen estas disposiciones. Es decir, que les obligan a fuerza a los alcaldes a desacatar un decreto acusándoles de desacatar pendejadas.
– Ya me está haciendo bolas compadre.
– No me culpe a mí de su gordura, compadre; que usted ya estaba hecho bolas antes de conocerme. Así mismo tenemos un gobierno hecho bolas, o más bien dicho, un desgobierno total.
– Eso sí, compadre, ahora ya no se sabe quién mismo gobierna este país.
– Y para que se haga más bolas, compadre; le cuento que la resolución estipula que cada cantón tomará la resolución; luego cambia y dice que será el COE de cada cantón quien tenga la última palabra en el cambio de color; luego dice que tiene que estar en conocimiento del COE provincial, pero en el decreto dice que será el COE nacional el que resuelva…
– ¡Oh no…!
– Y sigue: luego dice que cada alcalde tome la resolución. Pero los alcaldes ya tomaron la resolución sin consulta con el COE cantonal ni con el COE provincial ,peor con el COE Nacional, porque no se sabe qué mismo rige en el Ecuador.
– Chuta compadre; eso está hecho todo un champús.
– Así es compadre; al final resultará que un alcalde terminará desacatando un decreto, y si no desacata el decreto será acusado de desacatar una resolución. Pero siempre el pobre alcalde terminará señalado de culpable, y peor si pasa algo malo.
– ¡Pobres alcaldes! Ahora entiendo, gracias a tanto desentendimiento, por qué el señor alcalde no se anima a cambiar de color.
– Además, compadre; jamás se debió dejar esta decisión en manos de los burgomaestres porque ellos no tienen potestad sobre las fuerzas armadas ni sobre la policía ni sobre las direcciones de salud; porque, eso más, hasta ya recibieron la advertencia de la ministra Juana de Arco Romo de que cuidadito se metan con los asuntos que solo a ella le competen.
– Chuta, compadre; solo tonteras pasan en este país. Y ahora el Consorcio de Gremios de la Provincia está pidiendo la renuncia de la Gobernadora; por su repetitiva ausencia y poco interés a las peticiones y a las reuniones a las que ha sido invitada por este grupo de la sociedad civil y nunca se ha hecho presente.
– Es que a la señora Gobernadora no deben invitarle a reuniones aburridas; a ella invítenle a un bailache y verán que enseguidita está ahí, en primera fila y hasta las 5 de la mañana.
– Eso sí, compadre; otra prueba más de lo divertido que es nuestro país.
– No, compadre; esto no tiene nada de divertido, pues están en juego la vida, la seguridad y la dignidad de las personas.
¡No tenemos por qué estar soportando tanta charada!