«Así como nos organizamos para protestar también nos organizamos para limpiar», dijo Sharlyn Zúñiga, mientras recorría la parte céntrica de Puyo con sus compañeros universitarios.
La ciudad quedó totalmente sucia por la quema de llantas, vidrios rotos, piedras y adoquines destruidos por doquier.
Para demostrar que los universitarios no son unos vándalos, decidieron hacer una minga de limpieza. Ellos aseguraron que hubo personas infiltradas que ocasionaron estos hechos.
Además repudiaron que hayan actuado en contra de los bienes privados. Zúñiga se solidarizó con los propietarios de los negocios que fueron afectados.
Con fundas, palas y escobas retiraban los escombros. Vale informar que mientras se realizaba la limpieza de la ciudad, se levantaba un fuerte olor a gas lacrimógeno y sobre todo lo incómodo del polvo de las llantas quemadas.
Los frentistas de los locales también se unieron a esta actividad. Juntos haciendo fuerza para tratar de dejar todo en orden.