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¿Y la luz?

por Andres Ortega

Por: Edwin Mosquera G.

Siendo uno de los servicios básicos, debería ser criminal y considerado un atentado a la humanidad, el no tener la capacidad de poder mantener un flujo constante de luz eléctrica e indicar que las consecuencias del estiaje no son responsabilidad del gobierno nacional, entonces de quien carajo es la culpa, de la vaca, de Correa o de la incapacidad de saber manejar una emergencia que no es de hoy, no es solo en Ecuador si no a nivel mundial.

Cuando se escuchan a los cartuchos, digo ministros en su explicación política en mi interior pensaba; Respecto a sus criterios que expone sobre esta materia, le sugiero la transcriba en algún formato inferior al tipo carta, para que así le sea fácil la introducción de dichos apuntes en la zona rectal a modo de proctoscopia; o en Lenguaje sencillo, escriba su opinión en un papelito y métasela en el c.

Es increíble como se ha politizado la crisis de energía, que la única respuesta ha sido hasta ahora, hay que esperar que llueva y nada más, mientras se siguen planeando viajes al exterior a reclamar circunstancias que no tienen nada que ver con su designación, o tal vez en Carondelet la tenue luz capitalina no es suficiente para la comodidad y complacencia de sus vástagos.

Realmente la indignación no tiene comparación, más aún cuando lo notorio está en la incansable pelea entre el ejecutivo y legislativo, que entre insultos cariñosos o indirectas van a terminar un periodo en donde solo han ocurrido tragedias y desgracias en el País, pues el pina Fénix no ha resurgido y existe el más alto índice de criminalidad, la crisis energética e inseguridad se evidencian todos los días.

Pensé que la incapacidad era notoria solo a nivel cantonal, es más llegué a pensar que posiblemente la corona de plumas oprimía los lóbulos cerebrales, y la estupidez era hasta cierto punto consecuencia biológica, pero ahora observando a esta cara de bobo que no utiliza plumas, entiendo que la estupidez no necesariamente es externa, si no hay que tener la capacidad para poderla demostrar y plasmarla a plenitud.

Mientras el derecho a elegir y ser elegido no sea normado, seguiremos entre plumas y bobos sin seguridad, sin agua, sin luz pero quien tiene el penacho más grande ahora querrá decidir y representar, NI el bobo NI el emplumado me representan y no tenemos por qué soportar las consecuencias de la incapacidad de previsión o peor aún de su negligente actuación gubernamental, esperemos que la solución Católica de dar una misa para pedir a San Pedrito que regale agüita, funcione ya en estos días, porque las noches a la luz del fogón son agradables los fines de semana, no todos los días.

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