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4 excavadoras para el mejor lugar del mundo

por Andres Ortega

Cuatro plataformas con cuatro excavadoras merodeaban por las calles de la tierra de la pitahaya, que con ironía circulaban por las vías a poca velocidad esquivando los baches y cráteres que no son atendidos en toda la administración, que con las lluvias y la circulación de maquinaria pesada se siguen destruyendo de manera silenciosa, y donde que el burgomaestre hace de oídos sordos, seguidos de uno que otro servidor municipal y acompañados de un vehículo polarizado que presuntamente transportaba a la autoridad del cabildo.

Sorprendió mucho que, en el festejo de la recepción de maquinaria, no exista un solo ciudadano de a pie, más solo el círculo de las plumas doradas que entre ellos se abrazaban por un logro más en la administración, pasaban el pilche de chicha y se festejaba diciendo bien seichi unidos como hermanos.

Cualquier autoridad en su sano juicio que vele por los intereses de su pueblo, inmediatamente al día siguiente debió organizar el rebacheo, re lastre y mejorar la capa de rodamiento de las vías, pero parece que el festejo de la recepción aún no termina, o ya se destinaron las máquinas para sustituir las destruidas en las orillas del río Llushiño, dentro del Parque Nacional Sangay.

Auto Catalogado como el mejor lugar del mundo se presenta al Cantón, pero la realidad es nefasta, el descuido de sus vías céntricas y periféricas es evidente, a excepción de la adecuación y mejoramiento propia de una finca privada que tiene la proyección para hostería, en donde que los trabajos nunca cesan, los habitantes que deambulamos por las veredas esquivando las hierbas y matas y en ciertas partes hasta se camina por la calle para evitar pisar los montes.

Al son de, yo no quiero reelección si no la provincia, se ha descuidado la ciudad y se a iniciado una campaña anticipada, que, enceguecido por su ambición provincial, se ha incumplido con los empleados jubilados, con el reajuste de sueldos de los sindicatos y con los trabajos, que pro per le corresponden, y nuevamente sigue enfocado en una reestructuración interna para beneficios e interés propios.

Un aplauso, porque para tal grado de cinismo, no hay que tener sangre en la cara, y peor aún salir a representar a un cantón que confió en un sujeto que una tras otra demuestra el nivel de capacidad para desadministrar la cosa pública; Un aplauso por crear el círculo de las plumas doradas y olvidarse que el servicio es para todos los ciudadanos y no solo para el grupo con wiphalas de colores.

Por: Edwin Mosquera G.

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