Cansados de tanta delincuencia, un grupo de ciudadanos del barrio Diez de Agosto, de la parroquia Shell, salieron la noche del martes 05 de enero a las calles, a elevar su voz de protesta, realizar un plantón y hacerse sentir que están organizados para decir basta.
Mónica Jaramillo presidenta del barrio, señaló que la preocupación es general por el incremento de la delincuencia e inseguridad en las calles de Shell, porque en días antes los delincuentes intentaron asaltar a dos jóvenes del barrio, por lo cual, mediante un Chad comunitario se auto convocaron y decidieron salir a las 22:00 para protagonizar un plantón.
La acogida fue grande, puesto que muchos vecinos salieron más de lo que se esperaba y también se unieron de otros barrios, al punto que llegó el Teniente Político, miembros de la policía comunitaria y hasta el comandante en persona.
Allí expresaron sus quejas, temores y preocupaciones, así como también las necesidades que tienen de mayor presencia de uniformados, por lo que aprovecharon la presencia del Comandante para solicitarle más agentes y un patrullero adicional para las rondas. Más el Jefe del Comando, les respondió que mejores resultados se obtiene con una buena colaboración ciudadana, nuevas estrategias, la coordinación entre autoridades y acciones en conjunto.
Ante ello, el teniente político de Shell Fernando Llerena, señaló que se ha conformado los comités barriales de seguridad en la Moravia y barrio Nuevo Milenio, por lo que invitó al resto de barrios a sumarse a esta iniciativa para poder combatir la inseguridad. También informó que permanentemente se organizan operativos de control con el limitado personal policial que se cuenta para una ciudad de 12 mil habitantes, pero que sin embargo, se ha hecho lo que se ha podido. Lamentablemente cuando se ha logrado atrapar a supuestos delincuentes, ha faltado la denuncia de los ciudadanos, por lo que nada se ha podido hacer, lo cual es un factor negativo.
De otro lado, el presidente del GAD Parroquial Patricio Peralta, da a conocer que ya se ha trabajado con un plan de seguridad parroquial, que consiste en la colocación de cámaras de video vigilancia, botones de pánico y alarmas comunitarias en algunos sectores estratégicos. Lamentablemente la pandemia atrasó la ejecución del proyecto, pero para este nuevo año, todo está listo para que el contratista inicie los trabajos. También se han hecho las coordinaciones con las autoridades provinciales para la dotación de más miembros de la policía y nuevos patrulleros que la ciudad necesita.