El miércoles 17 de febrero, fue un día especial para los católicos, el inicio de la Cuaresma, que es un tiempo (de 40 días) dado por la Iglesia para que los fieles se preparen debidamente a la celebración de la Semana Santa y la recordación de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús.
El inicio de la Cuaresma, se da mediante la ejecución de un sacramental que es la imposición de la ceniza bendita sobre la cabeza de cada uno de los fieles, como señal de penitencia, arrepentimiento y conversión de sus pecados, para resucitar junto a Jesús a una nueva vida de cambio y transformación.
En esta ocasión, al encontrarnos en una situación especial, por motivo de la pandemia, las cosas se tuvieron que llevar de diferente manera y de parte del Vicariato Apostólico de Puyo se emitió una serie de recomendaciones a fin de cumplir también con las disposiciones del COE Nacional y evitar la aglomeración de personas.
En ese sentido, se fijó ciertos horarios, para la celebración de la eucaristía en donde se cumplió con la imposición de la ceniza, con el aforo correspondiente y el debido distanciamiento de los fieles.
También se recomendó el ingreso de los fieles con el uso obligatorio de la mascarilla y la desinfección al ingreso del templo.
Por esta ocasión la ceniza ya no se impuso sobre la frente, como era la tradición por mucho tiempo y a su vez esta se esparcía sobre la cabeza de cada uno de los fieles.
Para mantener el aforo y el debido distanciamiento, los templos estuvieron con un bloqueo sobre los asientos mediante cinta adhesiva, tal como se lo ha venido haciendo en estos días para la celebración de la santa eucaristía.
Los fieles, también, ya no pueden quedarse en oración por mucho tiempo dentro del templo, sino que salir inmediatamente una vez que ha recibido la ceniza y ha terminado la celebración, para evitar la aglomeración de personas.
El padre José Castillo párroco de la iglesia Jesús del Gran Poder, explica que la ceniza marca el inicio del tiempo de Cuaresma, que es como un camino que llama a vivir la fe y un encuentro con Dios. Es un tiempo de 40 días en honor a los 40 días que Jesús pasó en el desierto en preparación para su pasión, muerte y resurrección.
La iglesia Jesús del Gran Poder, al igual que la Catedral de Puyo y otros templos, las celebraciones de inicio de la Cuaresma se limitaron a tres horarios: una primera celebración a las 07:00, luego otra a las 10:00 y la última a las 19:00, con la recomendación también que si algún enfermo o persona con discapacidad podía solicitar el servicio en casa.