El niño sufre de distrofia muscular, una enfermedad degenerativa que poco a poco se va complicando y según los médicos no le dan mucho tiempo de vida, por lo que, sus padres hacen todo lo posible por hacerle disfrutar a lo máximo durante todo el tiempo que le quede de vida.
En este sentido, uno de sus sueños ha sido poder volar, alcanzar los cielos de forma física, donde un día podrá estar de forma espiritual y, gracias a la Fundación VIDA Unidos Contra el Cáncer, la gestión de su presidente Cristian Chimborazo y Aerokashurco, es como este sueño se le hizo realidad.
Mateo finalmente pudo subirse a un avión, surcar los cielos e incluso manipular sus funciones, hacer de piloto por un momento y por 60 minutos ir y volver junto sus queridos padres.
Cristian Chimborazo, agradeció la buena voluntad de quienes hacen Aerkashurco por hacer realidad este el sueño de Mateito, también a sus padres, por dejarles que este hecho se cumpla y también a todos los voluntarios de la fundación VIDA que siempre están dispuestos a colaborar en ayudar a quienes más lo necesitan.
De parte de quienes hacen Aerokashurco, también demostraron su satisfacción por haber sido parte de este gran gesto de solidaridad que siempre están dispuestos a hacerlo las veces que sea necesario. El piloto estuvo muy entusiasmado en ayudarlo en todo que lo llevó como copiloto y hasta le hizo manipular los mandos por unos pocos minutos. Llegaron hasta la comunidad de Toñampari en donde fueron recibidos por personas de la comunidad con quienes pudo compartir con la gente y luego retornar a la base.
A la vez Mateito estaba cumpliendo 8 años de vida, por lo que también fue la oportunidad que en la misma base de Aerokashurco se le improvisara una meza de cumpleaños con la oportunidad de que pueda soplar las velas de su cumpleaños, que se constituyó en otro sueño que se hizo realidad en una fiesta compartida con muchos amigos entre pilotos, personal técnico y los voluntarios de la fundación VIDA.
Sus padres, totalmente agradecidos por este hermoso gesto para con su pequeño hijo, expresaron su eterna gratitud a todos, ya que el objetivo es hacerle pasar de los mejor mientras viva, que reciba mucho cariño, amor y la mayor felicidad que pueda. También expresaron su deseo de poder entregarle una silla de ruedas, por lo que hicieron el llamado a la comunidad o a las instituciones que puedan ayudarles a contar con esta herramienta necesaria por el resto de días o de años que le quedan.
Mateito sopló las velas y agradeció a Dios y a todas las personas que le apoyan.