– Oiga, compadre Indiscreto… ¿Cómo era de hacer para copiar y pegar?
– ¡Vaya pues, compadre Ulbio! ¡Si se lo he explicado cientos de veces! Bastante rudito me ha salido.
– Pero, ya sabe, compadre, que yo soy peleado con la tecnología.
– ¡¿Peleado con la tecnología?! Usted con lo que es peleado es con la inteligencia, compadre; pero por suerte me tiene a mí, sino qué fuera.
– Pues, parece que voy a tener que contratar a un profesor para que me enseñe.
– Pues, yo conozco al mejor de todos.
– ¡¿En serio?! ¿Y quién es?
– Si es para nomás de que le enseñen a copiar y pegar, en eso le puede ayudar el consultor del Plan Maestro de Alcantarillado. ¡Imagínese nomás! Hacer tremendo plan con solo oprimir las teclas: Control C y luego Control V y listo… ¡¿Quién puede semejante maravilla?!
– Entonces, él me puede enseñar…
– Pero debo advertirle uno cosa.
– ¿Qué cosa, compadre?
– Que con ese maestro no le va a salir nada barato, su tarifa cuenta en cientos de miles…
– ¡Chuta! ¡Ahí si está jodido! ¡¿Yo de dónde voy a sacar tanta plata?!
– Y encima de eso, pueda que después ni aprenda nada y quede peor que antes.
– Pero… ¡¿Cómo puede ser eso posible?! ¡¿Entonces para que voy a pagar y carísimo?!
– Claro pues, compadre; una persona inteligente jamás haría eso. Pero como usted…
– ¡¿Como yo qué?! Tampoco soy del todo mismo…
– No me interrumpa, estaba diciendo que como usted sabrá, nuestros administradores municipales no se andan fijando en gastos y son muy generosos para pagar nomás lo que pida cualquier charlatán aparecido de la noche a la mañana.
– Bueno, como la plata no es de ellos.
– Y así nuestra pobre ciudad se va convirtiendo en un tiradero de obras inútiles
– Y en un gigantesco monumento a la corrupción.
– Tiene toda la boca llena de razón compadrito; por eso hablemos del glosario…
– ¡Ele! ¿Ya se va a poner poético, compadre?
– No, compadre. Los poetas son los de la Contraloría; porque han elaborado un glosario de glosas en su informa sobre el llamado Plan Maestro de Alcantarillado, en donde el dinero prestado por el Banco de Desarrollo se tiene que responder por al menos tres millones, entre las autoridades de la administración anterior y de la actual.
– ¿Y cómo así ah?
– Pues, en ese su informe dice la Contraloría que desde los estudios estuvieron mal presentados, que tienen falencias y no se aplica a la realidad de Puyo.
– ¿Y por qué no se aplica a la realidad de Puyo?
– Pues por eso del: Control C y Control V. Parece que el consultor contratado aplicó esa simple táctica y copió todo su plan de algún municipio de la Sierra, sin considerar que en la Amazonía las condiciones son diferentes.
– Chuta, así quién no va poder ganarse facilito la plata.
– En otras palabras, las denuncias que se hicieron a su debido momento y que no se les paró mucha bola… ¡Ahora resulta que eran ciertas!
– Futa, entonces los que en ese entonces conformaban la veeduría ciudadana han de estar saltando en chulla pata. Más lo que les acusaron de ser un obstáculo al desarrollo de la ciudad y de actuar con intereses políticos.
– Así es, compadre; también el ex asambleísta Moreno, que hizo suyas las denuncias y personalmente cumplía con su deber de fiscalizar el proyecto; pero que tampoco le hicieron caso. Ahora dice: “¡¿Ya ven que yo si tenía la boca llena de razón?!” Jeje.
– Y obviamente los que han de estar tristes son los que tienen que responder por los recursos que no se sabe en qué y cómo fueron invertidos y no aparecen.
– El hecho es que el pueblo no tiene por qué pagar por una obra que no está concluida, que no ha cumplido con su objetivo y que no está brindando ningún beneficio para nada.
– Así es, compadrito. Así que mejor me olvido de contratar a ese mal profesor; no vaya a ser que a mí también me recite un glosario la Contraloría y quede jodido de por vida.
– Sí, compadrito; pero ahurita mejor cierre este changarro y fuímonos al Obrero a pegarnos unos volqueteros.