Inicio Entretenimiento ¡Fuera gober! ¡Uuu! Dónde también estará

¡Fuera gober! ¡Uuu! Dónde también estará

por Andres Ortega

– ¡Ele! ¡¿Qué’s pues, compadre Ulbio?! ¡¿Qué hace usted fuera de la casa a estas horas de la madrugada?! ¿Acaso me lo votaron de la cama tan de mañanita? Je je.

– ¡Ach! ¡Calle nomás, compadre! Como ahora está de moda ese tema de que votan a los malos gobernantes, ahora mi mujer empieza: “¡Yo te voy a votar a vos, por mal marido!”

– Por malpa… ¡¿Quéee?! ¿Cómo dice que dijo?

– «Mal marido», dije, no eso que escucho. Cómo siempre es sordo y malpensado.

– Bueno, bueno. No sé me esponje y sígame contando.

– Luego de que me dice: «malpa…» ¡Chá! ¡Ya me hace equivocar! Bueno, luego me empieza con una larga lista de defectos que ha tenido este pobre cristiano que ni una mosca mata. Que soy un borracho, moziante, mal proveedor y tantos y tantos pecados, que mejor me fui saliendo antes de que comience: «¡Fuera marido! ¡fuera!»

– ¡Pero si todo lo que le ha dicho son más verdad que los diez puntos de la Conaie! ¿De qué se queja, compadre? Cómo se ve que las verdades duelen, jeje.

– ¡Pucha! ¡Ahora más usted, compadre! Con estos amigos para que enemigos. En vez de solidarizarse con su compadre mejor atiza el fuego.

– ¿Y qué quiere que haga? ¿Una mesa de diálogo como la del gobierno con la Conaie? Para que, cuando parezca que ya se están arreglando las cosas, al siguiente día aparezcan con una novedad y se cancele el diálogo.

– Y hablando de eso, compadre… ¿Será mismo que le botan Lasso? Fíjese que  cada vez está tomando más fuerza eso de: «¡Fuera Lasso! ¡Fuera!» Que ya parece que ya se tambalea.

– Ele eso sí… Diosito averigüe y perdone. Ya que, aunque en principio no era esa la consigna, con la caída de la popularidad del gobierno y la mala gestión de la crisis, ese pedido se ha ido radicalizando.

– Bueno, al menos ya me lo tienen como quien dice «en la cuerda floja», asostado lo veo, que del sosto hasta ya ha bajado el precio de la gasolina, dice que sube el bono y otras cositas más, como para sostenerse en el puesto. Pero eso de ¡Fuera Lasso! Se ha hecho tan pegajoso que hasta los guaguas andan cantando: «¡Fuera Lasso! ¡Fuera! ¡Fuera Lasso! ¡Fuera!»

-Y no solo a Lasso, compadre; también están pidiendo que ruede la cabeza de nuestro gobernador.  Dizque por haber sido el culpable de todo ese zafarrancho y relajo que se armó la semana pasada. Una noche de terror que hasta ahora no salimos del susto.

– Tiene razón, compadre, es que nuestro flamante pero inexperto gobernador pagó la novatada. Y ahora le toca bailar con la más fea, al punto que desde ese día se ha desaparecido.

– ¡No me diga! ¡¿Otro desaparecido?!

– Sí, compadre; al punto que no se lo ha visto para nada. Creo que lo tienen por allí a punte agua de ruda para curarlo del espanto, je je.

– Así es compadre, por los indígenas están tan indignados que por reiteradas veces han dicho que le dan veinticuatro horas para que renuncie voluntariamente, es decir de a buenitas; caso contrario tomarán otras alternativas, que vaya usted a saber cuáles.

Ósea que ya no es solo «¡Fuera Lasso!» Sino también «¡Fuera Gober!» Como quién dice, le están también aplicando la muerte cruzada.

-Será cruzada, acostada o boca abajo, pero que se la tienen jurada, se la tienen jurada, compadre. Mejor sería que se vaya nomás por la sombrita.

– Y hablado de irse, me voy yo también, que por estar en el chisme ya estoy perdiendo el turno.

– ¡¿Turno de qué, pues?!

– Para el combustible. ¡¿No ve que ya llevo dos semanas sin gasolina?! Mejor vamos, acolite; yo lleno el tanque y usted lleve una pomita para coger más, así dizque están haciendo otros más vivos que yo.

– ¡Chiii, compadre! ¡A estas horas! ¡Si la cola está desde las dos de la mañana! Y ahorita está como de cinco kilómetros.

– ¡Cinco kilómetros! Mejor voy nomás a ponerme de a buenas con mi mujer, para turnarnos en la espera. ¡Ahí nos vidrios, compadre!

Deja un comentario

* Al utilizar este formulario, usted acepta el almacenamiento y el manejo de sus datos por parte de este sitio web.