Tena está de luto, porque ha partido a una mejor vida un gran caballero, dejó de existir tras una larga lucha contra el peso de los años y una complicación en su salud, este hombre es uno de los personajes más importantes de la localidad, respecto a su desarrollo y a la representación que tuvo en el ámbito educativo y administrativo local, se trata de Armando Remigio Bastidas Chamorro, de quién se informaba tristemente murió, a los 10 días del mes de agosto del 2022.
“Este hombre vivió para el servicio de la colectividad” ha sido uno de los enunciados con los que se informaba a todos sus seguidores sobre su sensible fallecimiento, este repentino hecho ha causado una conmoción general para quienes lo conocían, un caballero amable, sensible, respetuoso y carismático, “era de esos señores que te hablaba con palabras antiguas y le entendías”, dice Jaime Sánchez, quien además acota, “Don Armando se acordaba mi nombre”, y es que el profesor del Colegio Nacional era así, muy lúcido y afable.
“Armando Bastidas fue de todo, y no por los salarios que pagaban antes, esos sueldos que más bien alcanzaban para poder ayudar a los demás postergando algunas necesidades de la familia” dijo Guillermo Ruiz, su amigo entrañable y vecino. Don Armando, cumplía con plata y persona muchos cargos que pocos querían asumir, en su juventud fue protagonista de muchos avances para Napo, él tuvo el alto honor de ser el primer Director Administrativo del Honorable Consejo Provincial de Napo, también tuvo el privilegio de ser el Rector del Colegio Nacional Mixto Tena en los inicios de la Educación Fiscal de la Provincia de Napo, además fue vicerrector del Colegio Fiscomisional San José, fue Concejal de Tena, cargos que le hicieron merecedor del aprecio de sus colaboradores los cuales tienen un gran recuerdo de su paso por la tierra de la guayusa y la canela.
Armando Remigio Bastidas Chamorro predicaba con el ejemplo, gracias al respeto y a la firmeza con la que él administraba cualquier institución como el Consejo Nacional Electoral, en el que también recibió la designación de Delegado Provincial; además de ser un esposo ejemplar y un docente admirable, el padre querido que todos anhelan, y agregándole a que fue un abuelo bondadoso, se dedicó también con sus virtudes a realizar actividades sociales en las que sin duda marcó a generaciones siendo uno de los precursores del buen ornato y el buen trato al turista en Tena.
Al final de sus pasos por su ciudad querida este hombre junto con su familia también brindaban la prestación de servicios turísticos como el de alimentación en un restaurante amplio, el cual se abrió hace muchos años en uno de los patios de su vivienda, su hija y su esposa recibían a cientos de familias cada mes con una gran variedad de exquisitos platos, y era ahí donde a pretexto de hacer uso de ese rico recurso de la alimentación, en donde las tertulias con Don Armando se hacían largas y entretenidas, este gran patio de su vivienda era además uno de los lugares en el que se encontraba con sus amigos y con sus generaciones para dialogar y compartir sus sentimientos, opinaba con respeto de las administraciones que pasaban por el cabildo de Tena y también por la Prefectura de Napo, él hacía recomendaciones públicas a las autoridades de turno para mejorar el ornato de la ciudad y provincia, siempre se preocupaba junto con su familia de que la ciudad de Tena se vea bonita, esta hermosa tierra que lo vio envejecer y que seguro lo extrañará.
“El ornato y su urbanidad debe mantenerse”, decía al referirse a Tena, en las entrevistas que brindaba, por eso en su vivienda que está ubicada en pleno corazón de Tena, procuraba mantener la fachada de su casa con sus cerramientos bien pintados y cuidados, llenos de flores, árboles frutales, plantas nativas de la zona y demás, así era Armando Bastidas, un ciudadano a carta cabal muy querido, y quién va a ser recordado por cada una de sus sabias palabras y recomendaciones, las generaciones que hoy nos quedamos admiramos su legado y deploramos su partida.