Iba a la escuela Álvaro Valladares descalzo, pero cuando prosperó económicamente se desquitó, llegando a tener 38 pares de zapatos.
Conversar con nuestro invitado al segmento el personaje de la semana es como abrir una enciclopedia con hipervínculos que nos conectan a un sinfín de variados temas, pero la política, es uno de lo que más le apasionan.
Santiago Peralta Cordero, cuencano de nacimiento, vino a Puyo cuando tenía 8 años. Su familia se trasladó a tierras amazónicas debido a que su padre era cercano a la orden cristiana de los Misioneros Redentoristas que tenían propiedades en esta región.
En el desarrollo de la entrevista, se detiene muchas veces y trae al presente, historias y datos históricos que desconocíamos. Así es la memoria de don Santiago, como si fuera una enciclopedia viviente. Cuenta que en aquellos tiempos iba descalzo a la escuela y como estudiaban en dos jornadas junto a su hermano, dejaban encargando la vianda con su almuerzo para comer sobre una piedra a orillas del río Pambay.
Recuerda el día que vino Velasco Ibarra y lo vio cruzar a través del precario puente sobre el río Puyo. Destaca en su imagen la formalidad que lo caracterizaba, ya que, ante todo, siempre estaba con su terno bien puesto. Fue derrocado y sustituido por Carlos Julio Arosemena Monroy, que al ser el presidente del congreso le correspondía asumir al cargo según la Constitución de 1946, explica.
Es un asiduo militante del ex presidente Rafael Correa, no puede evitar nombrarlo en un par de ocasiones destacando sus conocimientos y las obras de infraestructura que ejecutó en la Amazonía durante su período presidencial.
Otro de los personajes representativos de Puyo al que conoció fue al Monseñor Alberto Zambrano, cuyo nombre se ha inmortalizado en una de las principales arterias viales de la ciudad. El distinguido religioso fue su jefe, cuando trabajó como profesor de inglés en el Colegio Pompeya. Don Santiago nos cuenta que el idioma extranjero, así como muchas de las asignaturas que domina, las aprendió de manera auto didacta.
Junto a su esposa Yolanda Noriega una mujer visionaria para los negocios, se abrió una casa de cambio que funcionó hasta la muerte de la moneda del Sucre y el inicio de la dolarización. Luego incursionó en otros negocios que prosperaron.
El tiempo de 50 minutos previsto para la entrevista, se queda corto para la variedad de temas que queríamos abordar aprovechando el acervo de conocimientos de nuestro invitado.
Le consultamos sobre alguna recomendación para afrontar el tema de la inseguridad que azota últimamente a nuestra ciudad y al respecto indicó que una buena medida es contar con cámaras de video al interior y exterior de los locales comerciales gracias a las bondades de la tecnología que hoy en día no es tan costoso.
En la parte final nos dejó tres consejos para todos los amigos lectores de El Observador que deseen adquirir mayores conocimientos: Lean, lean y lean…. La lectura es el camino del saber, concluye.