Por: Edwin Mosquera
Con rimbombantes ruedas de prensa la Ministra Patricia Bullrich anunció la deportación de la familia de alias Fito, desde Country de Golf Córdova Argentina, que si bien es cierto se desconoce aún el tema de su devolución a su país de origen, ya que de temas de permanencia irregular en Argentina no se hablado nada, solo que son familiares del Capo más buscado, pues bien ahora sí, según las declaraciones de la ministra, el hecho de conocer que la familia de un prófugo de la justicia se encontraba en terrenos albicelestes era razón suficiente para deportarlos sin motivo alguno, razón de análisis dentro de la vulnerado a la libre circulación.
Llegaba el avión de las Fuerzas Armadas de Argentina a la base militar Simón Bolívar con los devueltos, que asombrosamente no poseían esposas o alguna herramienta de restricción y hasta la actualidad se desconoce en qué condición fueron devueltos, si deportados, extraditados o qué es qué mismo, para que minutos después les digan señores sírvase regresar a sus hogares ya que no hemos tenido ninguna boleta en su contra solo fue un capricho.
No estoy ni a favor ni en contra del ciudadano ya mencionado, lo que sí llama la atención es la negligencia del primer mandatario que en su desesperación está tratando de pescar en río revuelto, porque no sabe que carajos hacer.
No existió un proceso de extradición, no existió una petición de extradición, no existió una alerta roja en la Policía Internacional, entonces bajo qué figura jurídica se garantizó el aislamiento, traslado y posterior liberación de 4 ciudadanos que la única relación que tienen con el capo es ser de su familia.
La política de remedar el criterio del presidente Bukele, no está en imitar su criterio terrorista, si no en adoptar su criterio en una realidad distinta en nuestro país, es decir pretender garantizar un derecho violentando muchos más, en este caso el fin no justifica los medios, si no solamente se evidencia la ineptitud y desesperación de este muñequito de cartón.