Por: Edwin Mosquera G.
La ciudadanía tiene memoria frágil y olvida las desgracias a corto plazo, y con una sonrisa de pin pon es un muñeco muy guapo y cartón, se olvidan las cagadas que día tras día se viven en el País de Manuelito.
Nadie dijo nada cuando se colocó el impuesto a los servidores públicos para pagar los gastos operativos del presunto plan fénix, nadie dijo nada cuando se subió el valor del IVA para el mismo propósito, nadie dijo nada cuando se aprobó la amnistía y condonación tributaria, nadie dijo nada cuando se aprobó las famosas alianzas público privadas y nadie dijo nada cuando en su ignorancia lanza decretos de estado de excepción cuál si fueran naipes en una partida de póker.
Pero, pueblo despiértate la eliminación paulatina de los subsidios a los combustibles es una afectación popular nacional, que por el desconocimiento de pueblo se inmuta y no reclama del alza del producto de consumo diario, no son unos veinte y más centavos cada quince días, es el dinamismo económico que se ve afectado con el precio del galón de gasolina que supere el valor de la hora de trabajo según el SBU.
Ahora bien, desconozco el porqué del silencio ciudadano, tal vez la falta de información, la interpretación errónea del ciudadano de a pie o simplemente la falta de interés, pero para que carajo están las autoridades, los líderes sindicales si hasta hoy lo único que han hecho es cruzarse de brazos frente al holocausto económico que estamos viviendo.
El viejo y popular refrán dice que, si no la caga a la entrada, la caga a la salida, ahora se a enfocado en poner barcazas de energía en el puerto de Guayaquil para solventar la crisis energética del país, acaso ya olvidamos la corrupción que existía en las famosas barcazas generadoras de energía de los años 80, que trabajaban con combustible del país y cobraban, generen o no su mensualito cada 30 días.
El incremento del combustible va a traer consecuencias nacionales, incremento de pasajes, canasta básica en fin todo consumo de un ciudadano común y corriente, el mismo que tiene que conformarse con un SBU y seguir mermando su canasta básica para poder movilizarse a su destino laboral.
No me llama la atención las políticas de gobierno, ya que son prácticas típicas de un gobierno de derecha, me indigna el silencio del pueblo, que al igual que la fábula de Stalin y la gallina desplumada, con el culo sin plumas y con dos granos de maíz en el buche mantiene contentos a mi pueblo.