De manera conjunta, representantes del Pueblo Originario Kichwa de Sarayaku, La Comunidad Cofán de Sinangoe, La Organización Waorani de Pastaza y el Pueblo Originario Kichwa de Santa Clara, realizaron una rueda de prensa para hablar y denunciar, sobre el Incumplimiento de Sentencias y la progresiva vulneración de Derechos por parte del Estado Ecuatoriano en 4 Casos Emblemáticos del país y de la provincia.
Son 12 años que la Corte Interamericana dictó sentencia a favor del pueblo Sarayacu, pero el Estado ecuatoriano aún no cumple plenamente con todos los puntos de la sentencia.
El Pueblo de Sarayaku conmemoró el recordatorio de su sentencia histórica, una celebración que resalta no solo su propia victoria sino también la de otras nacionalidades indígenas que han sido protagonistas en la defensa de sus territorios y modos de vida.
Este evento conmemorativo reunió a varias nacionalidades que han enfrentado luchas similares, entre ellas la nacionalidad Cofán de Sinangoe, la nacionalidad Waorani y la nacionalidad Kichwa de Santa Clara por el Caso Piatua. Estas comunidades, al igual que Sarayaku, han demostrado una férrea determinación en la defensa de sus territorios ancestrales, esenciales para la armonía y la supervivencia de sus culturas y formas de vida.
En su discurso, los representantes del Pueblo de Sarayaku expresaron su profundo agradecimiento a estas nacionalidades hermanas por su solidaridad y valentía en la lucha compartida. Además, se extendieron agradecimientos sinceros a los abogados y aliados que han sido parte integral de este proceso, brindando apoyo legal y estratégico a lo largo de los años.
Esta celebración no solo marca un hito en la historia de Sarayaku, sino que también subraya la importancia de la unidad y la resistencia en la defensa de los derechos territoriales y culturales de los pueblos indígenas. La victoria de Sarayaku es un recordatorio poderoso de que la justicia y la perseverancia pueden prevalecer frente a las adversidades.
Este aniversario sirve como un llamado a continuar la lucha, fortalecer la unidad entre las nacionalidades y asegurar que los derechos de los pueblos indígenas sean respetados y protegidos en todo momento.
Los fallos a favor de los pueblos originarios son un regalo para el mundo.