Valeria Guerrero, vicepresidenta de la Fundación de Protección Animal ‘Sonrisa Canina’, contó que ellos salieron a pasear con los canes y al regresar habían dejado a esta gran mascota amarrada a la puerta del refugio, ubicado en la parroquia Fátima.
De inmediato le movilizaron a la veterinaria para el chequeo respectivo. Se trata de un Mastín napolitano que tiene entre 5 a 6 años de edad con un peso de 55 kilos y fue atendido en el Hospital Veterinario Animal Vet’s.
Iralda Barragán, médico veterinario, dijo que el peludito llegó con problemas de gusanera y bajo de peso. Recomendó a quienes vayan adquirir una mascota averigüen todos los detalles de las razas.
En muchas ocasiones se enamoran de la mascota y no analizan que luego hay razas que se hacen de talla muy grande. Pues ellos requieren un mayor espacio, tiempo para sacarles a pasear y sobre todo la alimentación aumenta.
“Las mascotas no son desechables, es un ser vivo. Necesitan una vida cómoda, requieren ser cuidados”, dijo.
Al momento este Mastín napolitano requiere un hogar, se encuentra en la perrera municipal del cantón Pastaza. Quienes deseen apoyar pueden ponerse en contacto con la municipalidad.