El coronel en servicio pasivo Marcelo Gaibor, explicó el camino que nos trajo a la situación en la que nos encontramos, sin embargo, mira el futuro con esperanza.
Para hablar de un progreso sostenido, se requiere un plan de desarrollo y seguridad. Pero hemos tenido una mala conducción en el ámbito político, apunta en entrevista para El Observador, el articulista de opinión y militar en servicio pasivo Marcelo Gaibor.
Esa mala conducción se remonta a más de una década en el pasado y subraya que uno de los hitos de la tragedia nacional en materia de inseguridad que hoy estamos soportando, inició el 1 de marzo de 2008, cuando se conoció del ataque en el sector de Angostura, que causó un grave daño, ya que el presidente de ese entonces (Rafael Correa) rompió relaciones con Colombia, lo que conllevó la ruptura de todo el sistema de seguridad para evitar la intromisión de la narco guerrilla. A partir de allí, empezamos a inundarnos de narcotráfico y este se ha incrustado en Ecuador, a tal punto que estamos viviendo en un narco estado.
MEDIDAS DEL PRESIDENTE NOBOA
Esta situación de profunda descomposición ha hecho indispensable la adopción, por parte del presidente Daniel Noboa, de medidas que tengan el apoyo de las Fuerzas Armadas, que hagan frente a un enemigo de enorme poder económico y logístico.
Un segundo punto para salir del hoyo, es combatir las estructuras empresariales empresariales y político – delincuenciales, que operan en el país, lo cual es un proceso que tomará no solo años, sino décadas.
Se requiere un orden legal, dentro de este camino y también es necesario un plan de seguridad nacional con todos los elementos necesarios para recomponer el país.
La constitución de 2008 que fue una copia de pronunciamientos jurídicos del Partido Podemos de España, requiere cambios estructurales, para bajar el nivel de incidencia del narco-estado que no es un asunto solamente de Ecuador, sino que ocurre como resultado de la permeabilidad desde otros países de la región, por eso el apoyo de Estados Unidos es indispensable.
Los resultados de esta intervención no son inmediatos, sino, a largo plazo, pero sino se realiza hoy, simplemente es como tener un paciente en agonía y sin esperanza de sobrevivir.
Para recuperar el país se necesita también que cada uno de nosotros colaboremos con nuestro granito de arena, rechazando la corrupción y aportando lo que nos corresponda.
Sin embargo, mira el futuro con optimismo, ya que, si bien estamos pasando por malos tiempos, luego vienen tiempos de bien. Las instituciones deberán ser las responsables de enrumbar al país. “Vamos por buen camino, para la recuperación de la paz perdida.”