Por: Edwin Mosquera G.
El viejo adagio popular dice, que la voz del pueblo es la voz de Dios, en este marco popular Carlos Michelena digno representante de la sal quiteña y la comedia callejera generacional que ha ilustrado a muchos dentro de sus múltiples interpretaciones artísticas, no solo por pararse en los parques a levantar su grito de protesta en forma de comedia sino, como representante del arte.
Dicen por ahí que la política es como las putas, que se venden al mejor postor, pero la emputadera del Miche hace referencia, a que él siempre ha dicho “mi voto será siempre nulo, y que les den por el…”, y resulta que salen imágenes y videos presentando su supuesto apoyo a un candidato a la presidencia tildado como el denunciólogo o el asalariado del banquero, si el mismo que se escondió en una república interna del Ecuador y que su sarcasmo y prepotencia lo hacen ser notorio dentro el círculo que quiere sobresalir.
Pues bien, cálmate mi Miche que quienes están por sepultarse, utilizan todas las artimañas existentes para no hundirse en su estiércol, el cual lo han construido por muchos años y están recién recabando sus frutos, VAYAN A LAVARSE EL FILTRO dice el ofendido, pendejo mamarracho, demostrando la insolencia de quien lo provoco.
Luego de asear las posaderas del candidato, creo que por dignidad ya debería quedarse en la casa calladito, sin hacer bulla, no creo que se necesite más de 3 dedos de frente para entender la falta de apoyo y no identificación de la gente a favor del mencionado, sino más bien su desprecio que le hace inclusive intolerante solo de escucharlo.
Mientras existan hombres con los huevos bien puestos como el Miche, y denuncien públicamente estos abusos de los mesías, sabremos que aún hay esperanza en levantar la cabeza por la lucha de un pueblo, di no al oportunismo.