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Dos gobernadores… un camino

por Andres Ortega

– “¡Dos mujeres, un caminooo…!”

– ¡Ele! ¡Que’s pues! ¡¿Qué le pasa compadrito Ulbio?! ¿Acaso se cree Laura de León o qué?

– ¡Ele! ¡¿No valdrá por lo menos cantar, compadre Indiscreto?! ¡Hasta eso me quiere prohibir!

– Pero, ¡qué ha de cantar esa música pasada de moda! ¡Cante algo más actual! ¡Actualícese!!

– ¿Y qué es lo que está de moda ahora?

– Pues, dos gobernadores y un camino…

– ¡¿Dos gobernadores dice?! ¡¿Qué gobernadores y cuál camino?!

– Bueno, el camino lo poso el señor prefecto, al inaugurar la vía hacia la llamada “Casa del Árbol”.

– ¿Y los gobernadores? ¿Quién los puso?

– Bueno, al uno lo puso el Nobita…

– ¿Y al otro?

– Beto…

– ¡¿Beto?! ¡¿Cuál Beto?!

– Beto a saber quién lo puso; pero dicen que es el gobernador autóctono de la nueva ¡Ciudad Intercultural!

– ¡¿Ciudad Intercultural?! Y, ¿eso con qué se come?

– La ciudad intercultural dizque es un territorio independiente, con su propio gobierno y sus propias leyes.

– Y… ¿dónde queda eso?

– Pues acá nomás, en la ex hacienda Te Zulay.

– Ahhh… En la invasión de…

– Shhhhh… Hable despacio, compadre. ¿No ve que puede terminar hecho tzantza? Verá que ahora decirles invasores es mala palabra.

– Y, ¿cómo así han estado ahí los dos gobernadores?

– En el acto de inauguración de la vía, pues. Bueno, el uno en representación del gobierno nacional y el otro en representación de los principales beneficiarios, los habitantes de la Ciudad Intercultural.

– Oiga, compadre; y ¿si es un territorio independiente? ¿Por qué rayos el señor prefecto les hace una vía? Pues, que se la hagan ellos mismos…

– Bueno, porque dicen que el asfalto no es por ellos, sino por el atractivo turístico que hay más adentro; o sea “La Casa del Árbol”. ¿Qué culpa tiene el prefecto de que la inv…, perdón, la Ciudad Intercultural se haya cruzado en su camino?

– ¡Ya pues! Ni como esquivarla…

– Aunque ya andan las malas lenguas diciendo por ahí que es a propósito, que el caminito es un ofrecimiento de campaña.

– Eso de ley, pues; ¿no ve que aquí somos como Santo Tomás de Aquino? Ni viendo las cosas creemos. Aquí no se dan las cosas por casualidad.

– Pues, aquí no será así: pero si la gente es incrédula es porque aquí pasan cosas increíbles, como para Ripley. Figúrese nomás, dos gobernadores mirándose de reojo y con malos ojos.

– ¡Qué chiste! En ese acto, cada vez que han de haber nombrado al gobernador no han de haber atinado a quién mismo se están refiriendo, jeje.

– Pero vea nomás, compadre: nosotros aquí con dos gobernadores, mientras en nuestra vecina provincia de Napo se han quedado sin gobernadora.

– ¡Ele pues! ¡¿Y cómo así ah?! ¡¿Qué ha pasado con la gobernadora?!

– ¿No ve que la ciudadanía de Napo lleva ya siete días levantada en contra de la cárcel de máxima seguridad que pretende construir ahí el gobierno?

– ¿Y qué culpa tiene la gobernadora?

– Ella no tiene la culpa de nada; pero, como siempre se necesita de un chivo expiatorio, o sea alguien a quien echarle la culpa para que no se note a los verdaderos culpables. Así que le culpan de no poder aplacar la indignación del pueblo.

– Bien que aquí nos libramos de ese problema; pero ahora han ido a joder a nuestra vecina provincia con el mismo tema. Y, ¿por qué mejor no les enviamos uno de aquí? En vista de que a nosotros nos sobra y a ellos les falta.

– Mejor no hable tonteras, y prepárese para el Año Viejo; ya que no solo vamos a tener que quemar al prefecto y al alcalde juntos, sino también a éste par de gobernadores.

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