Un pueblo que no conoce su historia no merece ser pueblo, por lo que es importante conocer lo bueno y lo malo de los acontecimientos y de los protagonistas de los hechos que marcaron hitos. Es por ese motivo que Semanario El Observador, regularmente invita a su set de entrevistas a personajes que formaron parte de la historia.
En esta ocasión, uno de los personajes que influyó en la historia política por haber sido alcalde del cantón Pastaza, estuvo con nosotros para compartirnos sus vivencias y experiencias, se trata de Gilberto Coloma Parreño.
Nacido en 1953, en la ciudad de Quito, debido a que en aquel entonces no había en Puyo, las facilidades médicas para las madres que iban a dar a luz. Esa era la razón por la que las madres en gestación avanzada acudían con meses de anticipación a las ciudades de donde eran oriundas y tenían familia para que le ayuden en las labores previas y post parto.
Gilberto fue uno de 8 hermanos, eran tiempos felices donde no tenían riquezas, comodidades, ni siquiera televisión, pero comían, estudiaban y sentían que nada les faltaba. Era un pueblo donde todos se conocían y no había delincuencia. Tiempos que no volverán.
Su profesora de jardín de infantes (hoy educación inicial) fue la que le bautizó con la apócope de “Gilo”. Estudió en la escuela Vacas Galindo, el Colegio en el tradicional Vicentino y La Salle en Quito. Para los estudios superiores, tuvo la oportunidad de salir fuera del país, donde siguió la carrera de ingeniería industrial, en España, por el lapso de 4 años. Fue una gran experiencia, donde aprendió mucho y además conoció casi toda Europa. En la época era común el auto-stop (mochilero). Recuerda con satisfacción haber conocido, la torre Eiffel, el arco de El Triunfo y el famoso cuadro de Monalisa que proyectaba una sonrisa enigmática e inolvidable.
La economía familiar no le permitió concluir la universidad, por lo que retornó a Puyo y tuvo un giro importante en su vida, ya que se casó y empezó una vida familiar. Su primer trabajo fue como profesor en el colegio Vicentino en la asignatura de matemáticas y física.
Otra faceta de su vida fue su aporte en el ámbito de la política. Empezó cuando en el año de 1978, vino al oriente el líder socialdemócrata Rodrigo Borja, quien compartió los conceptos y preceptos de la ideología. Es así que, junto a otros compañeros, fundaron el partido Izquierda Democrática, a nivel provincial y empezaron una militancia con grandes resultados. Tuvieron inicialmente a un prefecto provincial (José Garcés), tras una dura batalla electoral con Francisco Salvador, su principal contrincante, uno de los titanes de la política de aquel entonces.
La época de oro de la Izquierda Democrática fue en 1988 a nivel nacional y provincial también, ya que se obtuvieron la alcaldía de Pastaza, varios concejales, prefectura y diputación. En ese entonces, las candidaturas se ganaban por derecho, tras un proceso de varios años de conocimiento ideológico y militancia (a diferencia de hoy en día).
En su administración municipal, entre varias obras y gestiones, se firmó la parroquialización de Simón Bolívar, El Triunfo y el cantón Santa Clara. La construcción del estadio Víctor Hugo Georgis.
A los nuevos políticos les recomienda que, si desean llegar a la alcaldía, deben empezar siendo concejales, ya que es una buena experiencia de aprendizaje de como funciona la institución municipal.
Se siente feliz de haber sido alcalde, no haberse quedado solo como espectador, sino, haber sido actor de una línea política, al servicio de la población.