En nuestro espacio de entrevistas, dialogamos con el sargento en servicio pasivo y ex jefe político de Pastaza, por varios períodos, Jorge Paredes, para que nos brinde algunas orientaciones técnicas sobre cómo deben funcionar los Consejos de Seguridad Ciudadana y sobre la necesidad de que haya organización en los barrios.
Explicó la forma como deben constituirse los 4 niveles de Consejos de Seguridad Ciudadana. A nivel nacional, lo debe encabezar el presidente de la República que junto a otras carteras y funciones del Estado planifican. Aterrizado a las provincias, el presidente del Consejo de Seguridad, es el gobernador y el vicepresidente es el prefecto. Los integrantes deben ser los representantes de todas las instituciones públicas y sociedad civil, incluyendo los GADs Cantonales y Parroquiales.
Cada período de tiempo, el Comité debe mantener reuniones para planificar y verificar el avance en el cumplimiento de acciones y objetivos.
Señaló que la ley del COOTAD en sus artículos 50, 60 y 70 consta como atribuciones del prefecto, alcalde y presidentes del GADs parroquiales que deberán ser los coordinadores de la seguridad. Estos artículos de ley, permiten disponer de recursos económicos para coadyuvar en la causa.
Existe la experiencia de lo que aconteció en la parroquia Shell tiempo atrás, cuando hubo un brote delincuencial. Tras las deliberaciones del caso, en reunión ampliada, se llegó a la conclusión de que el problema se degenera principalmente en la población juvenil y por eso se tomó la decisión de prohibir la circulación de menores de edad a partir de las 23:00. Fue un trabajo intenso por el lapso de 2 años para llegar a los resultados esperados. La clave está en la organización, en aprovechar las bondades de la tecnología, instalar cámaras de seguridad y poner a alguien que monitoree en tiempo real. Esta provincia tiene un alto número de militares en servicio pasivo que bien podrían aportar en la materia en sus respectivos barrios, donde debería existir un coordinador que conozca a todos quienes integran cada zona.
Todos debemos aportar en materia de seguridad, ser conscientes de que no hay la cantidad de policías para poner 1 por cuadra. Aunque la idea no es que la ciudadanía haga las veces de la institución policial, pero si, puede realizar acciones de apoyo, acompañamiento y respaldo. Tiempo atrás el barrio Cumandá mantuvo la experiencia de haber creado un grupo de brigadistas que hacían recorridos con chalecos y un arma básica (tolete), lo que se constituía en una manifestación de que el barrio está organizado y en alerta. Se recomienda hacer simulacros para estar preparados.
La idea es que, si están 3 delincuentes, pero salen 50 personas, ya no será tan sencillo que hagan de las suyas.
El tema es crucial, ya que si los negocios, empiezan a aceptar la extorsión tipo vacuna será un camino sin retorno. Si en el sector de la gasolinera Puyo hubiera estado organizado, los delincuentes no habrían logrado su acometido.
Las autoridades deben trabajar con los dirigentes barriales y estos con sus moradores para aplicar acciones organizadas. “O nos preparamos y combatimos, o viviremos sometidos”. Y añadió que solo la persistencia y la constancia es la que genera los resultados.