En 50 años de experiencia profesional, solo ha tenido dos accidentes, ninguno con pérdidas humanas.
La precisión en el volante la adquirió desde los 15 años en el carro de un tío y a los 20 obtuvo su licencia profesional. Empezó con camiones, volquetas y buses. Es decir, vehículos grandes. De 23 años ya conducía buses de pasajeros, al principio lo miraban con desconfianza por su juventud y lo difícil de las carreteras, pero él les dio confianza porque ya tenía experiencia y de hecho, siempre logró llegar a su destino sin mayores contratiempos.
Gandy Voltaire Gonzalez, nació en Ambato y recuerda como de niño vino a Puyo caminando, por sobre la montaña, ya que no había ningún túnel
Su primer trabajo fue con el Sr. Abelardo Medrano, en la conducción de una volqueta en los trabajos de apertura de la carretera vía a la Diez de Agosto, que fue hecha a punta de pico y pala. No había tractor.
De ahí paso a conducir camiones con viajes a diferentes lugares, sacando ganado y madera y trayendo tanques de combustible. Luego, se pasó al transporte interprovincial, laboró en la cooperativa Pastaza, empresa Amazonas y Baños. Conoció y ha recorrido las carreteras cuando eran en pésimas condiciones. Puyo tenía contadas cuatro calles, la Ceslao Marín era solo lastrada.
También trabajó por 18 años en el Consejo Provincial, donde fue dirigente del Sindicato de Trabajadores donde se pudo conseguir la sede que existe en la actualidad. Además, fue el primer presidente de la Federación de Trabajadores de Pastaza.
Un capítulo aparte es su trayectoria en la Cooperativa de Taxis y Camionetas Puyo, que inicialmente nació como Cooperativa de Buses y Taxis Pastaza. Hubo división cuando las autoridades así lo solicitaron. Ha sido al menos 5 veces presidente de la cooperativa, en ese contexto, agradeció la apertura de las autoridades para la consecución de diferentes proyectos, entre ellos, una lotización en la parroquia Tarqui para beneficio de los socios.
Goza de buena salud, por lo que a sus 75 años todavía sigue en la actividad del taxismo, ya que ha conducido toda su vida, es algo que no puede dejar. Comenta que hace una hora de ejercicio al día y procura no merendar más que una taza de agua aromática o café con un pancito y eso es lo que le mantiene sin obesidad y las múltiples enfermedades que se degeneran por esta causa.
Lamenta que los actuales dirigentes gremiales, no tengan la misma devoción que sus antecesores de décadas pasadas, hoy no hay protagonismo, ni siquiera el primero de mayo hay una marcha multitudinaria con la presencia de gremios y sus respectivos integrantes. Esto ocurre tanto a nivel local como nacional.
En su mensaje a la juventud les recomienda que estudien, que aprovechen lo que hacen sus padres, que se alejen de las drogas que lamentablemente se está haciendo un asunto preocupante en Puyo.