En Ecuador descuidamos la salud mental y hasta la desconocemos. Hay una ley expedida desde el 2023, que se creó a raíz del alto índice de suicidios registrados, los mismos, obedecen a situaciones psíquicas que no recibieron el debido tratamiento, lo que se constituye en un grave problema social.
Según el abogado Stalin Ramos, gracias a la Ley Orgánica de Salud Mental, el tema se incorpora al sistema de salud pública, siendo el Ministerio del Ramo, el organismo encargado de su aplicación.
Al momento, una persona con malestar emocional debe buscar una necesariamente, justificación en la salud física para acceder a un día de descanso, cuando una emoción negativa que no es debidamente bien orientada se traduce en un desequilibrio que repercutirá en el rendimiento de la persona, ya que, para poder hacer un buen trabajo, hay que estar bien con la mente.
La ley además contempla una mayor inversión en profesionales especializados para que los ciudadanos puedan ser atendidos y se concibe a la salud mental como un derecho humano más. De esta manera, las personas puedan ser atendidas de manera preventiva.
Aunque pasa por desapercibido, es real la existencia de personas que viven batallando en medio de un estrés severo producto de diferentes circunstancias del día a día, empezando por la rutina, que, a la larga, repercutirá en la salud física, mediante un sinnúmero de enfermedades. El rol de los profesionales de la salud mental, será clave para un correcto diagnóstico y de esta manera, no exista, en contraparte, funcionarios que abusen del beneficio o quieran acceder al mismo, sin el debido sustento.
La ley también contempla capacitaciones en las diferentes esferas del Estado y gobiernos seccionales, todo esto, sin dejar de lado el enfoque intercultural y de género. Todo lo cual, está escrito en el papel, pero no se ha dado cabal cumplimiento. Para empezar, ni siquiera hay conocimiento de la existencia del cuerpo legal. De ahí, la importancia de su difusión.
Invertir en salud mental conlleva resultados positivos al tener trabajadores motivados y felices, por el contrario, tener trabajadores tristes o desmotivados, no rendirán ni serán productivos al 100%.